viernes, 6 de junio de 2014

¿QUE DIJO LA PRESIDENTA AYER JUEVES?



En su última cadena nacional, que tanto molestan a Nelson Castro, la Presidenta se refirió el jueves 5, dirigiéndose al ministro de Economía Axel Kicillof, presente en el recinto, a un suceso que había protagonizado el economista en su breve paso como entrevistador del diario BAE, en aquel entonces propiedad de Daniel Hadad.
De muy buen humor la Presidenta, cabe agregar.

Según relató Cristina, la entrevista fue breve y a los pocos días (corría el año 2002), Kicillof fue cesanteado de BAE precisamente por lo que se había animado a preguntar a Guillermo Laura, en la época en que este había presentado un plan como para tapizar de autopistas el área urbana, a saber: "¿cuál es el costo-beneficio de ese plan?"
Laura no respondió.

Laura fue secretario de Obras Públicas de la intendencia de Osvaldo Cacciatore. Cacciatore había sido ascendido a brigadier aunque en la carrera de aviación sólo había llegado a capitán: su heroísmo, el que le permitió ascender al máximo escalafón, consistió en bombardear a gente indefensa el 16 de junio de 1955 montado en un avión cuyo fuselaje, además de la escarapela, ostentaba la leyenda “Cristo Vence". Cobarde, huyó a Uruguay luego de arrojar su carga.
Esos son los héroes históricos de Mauricio Macri. Los actuales son Laura Alonso y Patricia Bullrich Luro Pueyrredón.


Guillermo Laura (genio creador de las autopistas) propuso, en 2002, un plan parecido al de las que se habían construido en la dictadura, el denominado Master 2000, que consistía en cavar en la ciudad una red de autopistas subterráneas. 
No era un plan faraònico sino perverso, porque se proponía reditar lo que había hecho antes como secretario de Cacciatore y titular de Autopistas Urbanas S.A. (AUSA), la empresa que construyó -con aval del Estado terrorista- las autopistas actuales y deparó -mas allá de la celeridad que tienen los automovilistas- una serie de horrores urbanos y una erogación monumental por expropiaciones, y expropiaciones inversas para las prometidas pero no realizadas.
Con el agravante de que en 1982 el presidente del BCRA, Domingo Cavallo, estatizó la deuda privada de AUSA cercana a los 1.000 millones de dólares de aquel entonces, cuando el petróleo costaba 10 dólares el barril: hoy cuesta más de 100.
Eso se produjo vinculando los seguros de cambio que decretó el ministro Sigaut en 1981 con la tasa de variación de los precios mientras se devaluaba el peso.
Otra deuda a la que estuvo vinculado Gujillermo Laura fue la asociada con el Parque Interama: 119 millones de dólares. De aquella época.
¡Aquí están, estos son, los que hundieron la nación!

miércoles, 4 de junio de 2014

GESTAMP



Ya lo aseguró Karl Marx: la historia primero se presenta como tragedia y después se repite como chiste.

Nueve energúmenos encaramados a un puente grúa en la empresa Gestamp pueden paralizar la industria automotriz local, demostrando por el absurdo que son la vanguardia de una visión demencial de los problemas argentinos: cuanto peor, mejor.




La industria del automóvil atravesaba, antes del conflicto en Gestamp, diversos problemas: a) la demanda de Brasil había bajado. 2) el 60% de la producción local tiene como destino el mercado brasileño. 3) los perspicaces ejecutivos de la industria automotriz local hacen cálculos (la supuesta racionalidad capitalista) basados en un concepto erróneo: Argentina puede absorber anualmente una producción de un millón de unidades. 4) el consumo en Argentina también bajó. 5) las empresas no tienen en su horizonte una estrategia anticíclica, confundiendo autos (bienes de consumo durables) con preservativos (bienes de consumo no durables). Por lo tanto, comenzado 2014, están sobrestockeados y suspenden personal. 6) el gobierno dicta la conciliación obligatoria.

Como las terminales dependen de las estampadoras de Gestamp, y ésta ve reducida su demanda de chapa, despide personal, y hay nueve exaltados que subidos a un puente grúa comienzan, o continúan, el largo camino hacia la revolución permanente y la toma del poder.

Nueve visionarios.


La estrategia de agudizar las contradicciones del sistema es tan antigua como el dulce de leche. Karl Marx aplaudió la destrucción de la industria textil de la India porque competía con el capitalismo feroz de Inglaterra. Engels denostó a Bolívar y su idea de Patria Grande porque iba contra el curso ineluctable de la historia, esto es, que un grupo de republiquetas americanas abastecieran de alimentos y materia prima al proletariado británico que tenía turnos laborales de 16 hs.

Aquí en Argentina el conflicto de Gestamp recuerda la misma estrategia, la misma lógica y los mismos protagonistas, aunque con distintos nombres (aquella vez la lista Marrón, ahora José Saúl Wermus, alias Jorge Altamira) en lo que se llamó el Operativo Serpiente Roja.

Fue en 1975. Las épocas son distintas, esta vez no acabará con represión y desaparecidos (por eso aquello fue una tragedia, este es un chiste), y si Agustín Tosco lideraba a los obreros no-peronistas de Córdoba, Altamira dirige el soviet del bar La Giralda en plena avenida Corrientes.

Cuanto peor, mejor.




La vanguardia de los 9 no ganará las elecciones: al fin y al cabo, las vanguardias proletarias no creen en la democracia representativa (una excrecencia de la burguesía) sino en la dictadura del proletariado, que Altamira conduce leyendo el Financial Times en La Giralda, entre cortado y cortado.

En aquel entonces, la Lista Marrón, considerando que Argentina se volvería socialista por la acción de los obreros marxistas-leninistas, organizó una huelga salvaje en el corredor industrial de Villa Constitución, pues si la Modernidad está marcada por el ser y el querer ser de la burguesía, el próximo paso sería la dictadura del proletariado como paso necesario a una futura sociedad sin clases.

En esa visión sesgada, los obreros peronistas estaban ciegos al avance ineluctable de la historia y ganados por una ideología burguesa o bonapartista.

Las empresas en conflicto estaban encabezadas por Acindar, cuyo presidente (Martínez de Hoz) se refregaba las manos con deleite ante el conflicto sindical: el golpe militar estaba en marcha y sólo quedaba echar leña al fuego de la inoperancia del gobierno constitucional de entonces, agudizando el conflicto. El vicepresidente de Acindar era un general (López Aufranc) especializado en represión.

Abundaban en 1974 palabras como matones y burocracia sindical, las mismas que se usan hoy. En la UOM hay matones, o se es matón por el solo hecho de pertenecer a la UOM, el Pollo Sobrero no es un matón sino un dirigente de base, como Néstor Pitrola, a quien –en su delirio- tiene sin cuidado el acuerdo con el Club de París o la futura incorporación al BRICS. Pablo Micheli no es burócrata, sino un dirigente honesto que apuesta a la anarquización del movimiento obrero.

Hoy no hay un golpe en marcha, pero los comentaristas de los medios concentrados se refriegan las manos con la misma fruición, ocultando la ineptitud de las automotrices para tomar decisiones contracíclicas porque Argentina no puede vender un millón de unidades anuales. El objetivo no es derrocar al gobierno sino limarlo, inundando a la sociedad de descreimiento.

Y como en 1975, estábamos a año, año y medio de elecciones democráticas.

domingo, 1 de junio de 2014

¿PERÓN O MONTONEROS (2)?

Poco a poco se va comprendiendo que en marzo de 1976 las FFAA tomaron el poder como garantes de un modelo de exclusión basado en la valorización financiera y la apertura total de la economía, apertura que no incluía los negocios particulares de Martínez de Hoz: Acindar prosperó con un arancel del 40% al acero importado; y la Ítalo se pagó dos veces. Etc. Pero volvamos tres años atrás.

En 1973 Montoneros parecían representar lo nuevo y lo joven, es decir, parecían representar el cambio. Perón desconfiaba de ellos, al punto de considerarlos traidores por pretender competir con él en la conducción del Movimiento aún sabiendo de su finitud. Mi único heredero es el pueblo. 
O quizás por su vinculación originaria con la Iglesia.

Viéndolo a la distancia, resulta obvio que Montoneros no estaba en condiciones de conducir al pueblo: en rigor, condujeron a miles de jóvenes al matadero de las “contraofensivas”, mientras se consideraban a sí mismos como la vanguardia de la resistencia a la dictadura. 
Ubaldini no existía en sus significaciones.

Luego surge la leyenda de la conducción pendular de Perón, que como especialista en Historia Militar, la encara según la guerra clásica: apoyarse primero en un ala, luego en otra, y destruir al enemigo con el centro del dispositivo armado, figura que encontramos desde las Termópilas a las batallas de la Primera Guerra Mundial (o “gran guerra”) pasando por las victorias napoleónicas. Lo sustancial del peronismo era LA FELICIDAD DEL PUEBLO Y LA GRANDEZA DE LA NACIÓN, donde siempre estaba primero la Patria y luego el Movimiento. En las significaciones de Montoneros, el Movimiento eran ellos mismos.

Sin duda el halo de heroísmo armado y martirologio de la juventud pesa en los análisis, y la presencia de ex paracaidistas de la OAS en el palco de Ezeiza, o las bandas armadas que actuaron desde 1975 amparadas por el poder político (mas Isabel, Lopecito, etc.) no contribuyen a aclarar la situación.

Como sostuve en el anterior post, las condiciones para instaurar una Argentina dirigida al socialismo en 1973 era una alucinación colectiva que no tenía en cuenta la situación objetiva de Sudamérica. En efecto, el país aparecía enteramente rodeado por dictaduras neoliberales, y estaba acabando el avance de la etapa descolonizadora que justificaba la lucha armada para la liberación. Podríamos agregar que eso no formaba parte de nuestros análisis de la realidad: al fin y al cabo, Vietnam había derrotado estrepitosamente al aparato militar de EEUU en 1975. Si, claro, pero en Indochina había un largo historial de lucha popular contra las naciones coloniales, y el Vietcong se parecía mucho mas al "pueblo en armas" de nuestra independencia que al accionar de unos cuantos miles de militantes. En ocasiones la alucinación ideológica puede producir ceguera, y así como Juan B. Justo proponía el triunfo final de obreros rubios y abstemios, en una suerte reivindicación por izquierda de las tesis sarmientinas, estas nuevas expresiones imaginaban la existencia de una clase obrera concientizada en el marxismo leninismo y dispuesta a armar soviets. Otras cuestiones, como el foquismo, son variaciones secundarias de este núcleo delirante.


Primero estaba la Patria.


En ese marco, la cooptación de Perón por parte de las “bandas de derecha” es una explicación infantil, si no encubriera una cierta interpretación política reivindicatoria (o justificatoria) de Montoneros.

Aunque no lo escribí en su momento, mi crítica se dirige a la cúpula de Montoneros y no a las innumerables víctimas de la represión, que también fueron víctimas de los delirios de unos cuantos que paseaban sus birretes por Beirut. Asimismo, me pareció impropio referir cuestiones personales: apoyé la política de Perón aunque fui, o sigo siendo, víctima de su gobierno. Pero la política no consiste en una satisfacción personal sino en un logro o derrota colectivos, y lo que sucedió en marzo de 1976 fue una derrota de la Patria.
Reivindicar al peronismo hoy es en cierto modo ridículo; el peronismo, como repite un amigo, murió junto con su líder, quien se llevó a la tumba los secretos de la conducción. Ciertas estructuras y ciertos personajes nefastos sin embargo se reivindican como tales. A su vez, dentro del kirchnerismo algunos opinan que eso es prueba de que el "peronismo" quedó afuera. Los discursos de Cristina, sin embargo, desmienten a unos y otros.
El kirchnerismo es la expresión actual del movimiento nacional. La cuestión argentina es avanzar en términos de inclusión, equidad y autonomía, que es lo que nos convertirá en Nación y lo que expresa este Gobierno con sus más y sus menos. 
Este movimiento nunca se da en estado puro: siempre se construye lo nuevo con parte de lo viejo.
La llamada Tendencia Revolucionaria Peronista (a la que yo adscribía, aunque NO ME FUI DE LA PLAZA) planteaba el socialismo como objetivo. ¿Pero qué era ese mítico socialismo?
Menos de dos décadas mas tarde, el socialismo real se esfumó de la faz de la tierra, desplomándose como un castillo de naipes. Lenin planteaba que las nacionalidades eran parte de un mundo en desaparición, pero a la caída de la URSS las viejas naciones constitutivas del mundo soviético re-florecieron. Checoslovaquia no existe. Los rumanos son los actuales"cabecitas negra" de Europa. La vieja Europa del Este financia con su trabajo y su riqueza al FMI y al Banco Mundial.  Yugoslavia estalló. 
Crimea está explotando.
Con 25 años casi ininterrumpidos de neoliberalismo, el campo popular en Argentina se debilitó y el poder económico se concentró. Tuvo que llegar 2003 para volver a tener esperanzas, y hay que prestar atención a la relación de fuerzas.
Y mientras tanto, releamos los puntos básicos del Plan Trienal de 1973 para advertir nuevamente dónde estaba el sujeto histórico de cambio. No por cierto en Gelbard, que era un ejecutor, sino en Perón.

Ley de inversiones extranjeras.
Proyecto de ley de Recomercialización de Granos y Carnes.
Ley de fomento agrario.
Ley de corporación de empresas nacionales.
Ley de promoción industrial.
Ley de suspensión de desalojos.
Ley de representantes de empresas extranjeras.
Proyecto de condonación de sanciones, multas, recargos e intereses por infracciones impositivas.
Ley de represión penal para las defraudaciones fiscales.
Ley de promoción minera.
Ley de creación de la corporación para el desarrollo de la pequeña y mediana empresa.
Impuesto a la renta potencial de la tierra.
Ley de regionalización de los directorios de los bancos de la Nación argentina y Nacional de Desarrollo.
Modificación de la ley de bosques.
Ley de creación del Instituto Nacional de la Vivienda, de interés social.
Ley de uso de tierras aptas para la explotación Agropecuaria.
Ley de defensa del trabajo y la producción nacional.
Ley de Nacionalización de los depósitos bancarios.
Régimen para financieras para-bancarias.
Nacionalización de los bancos desnacionalizados en los últimos años.



Como ya se ha dicho, "Mientras más democracia se inyecte al sistema neoliberal de dominación, menos podrá resistir éste el embate de las mayorías ciudadanas: cuando comienzan a descubrir la contradicción flagrante entre mercados monopólicos y democracia, entre soberanía nacional y privatización de los recursos naturales, entre soberanía energética o dependencia externa, entre libertad de expresión y concentración del poder comunicacional, entre una minoría que administra la riqueza y se enriquece y una mayoría que produce la riqueza y se empobrece..."

 

Archivo del blog