martes, 7 de enero de 2014

AHI VA OTRA, SIEMPRE SILBANDO

Como algunos lectores criticaron por poner una versión antigua de la Zamba del Silbador, subo esta otra, novísima, del Wagner-Taján Trío. Lo bueno de aquel Dúo Salteño es que los arreglos eran del propio Leguizamón, y por eso tiene un valor testimonial.

lunes, 6 de enero de 2014

SOY ESE QUE VA SILBANDO

Digan lo que digan, o hagan lo que hagan el Grupo Clarín y La Nación (pprotegida esta última desde hace 10 años por una cautelar judicial que impide conocer su verdadera composición accionaria), Gustavo Leguizamón y Manuel J. Castilla son y seguirán siendo nacionales y populares.
Abajo, una de las poesías de Castilla y luego un tema de Leguizamón. Tienen sus años, pero siguen frescos y bellos.

LA CASA

Ese que va por esa casa muerta
y que en la noche por la galería
recuerda aquella tarde en que llovía
mientras empuja la pesada puerta,
ese que ve por la ventana abierta
llegar en gris como hace mucho el día
y que no ve que su melancolía
hace la casa mucho más desierta,
ese que amanecido, con el vino, 
se arrima alucinado al mandarino 
y con su corazón lo va tanteando, 
esa ya no es, aunque parezca cierto, 
es un Manuel Castilla que se ha muerto
y en esta casa está resucitando.
.

domingo, 5 de enero de 2014

¿ROCA GENOCIDA?

Cuando asombrado, leo que Osvaldo Bayer propone que la Argentina retrotraiga su frontera al río Colorado, creando al sur y hasta Tierra del Fuego El País de las Manzanas, me permito sacar algunas conclusiones, sin perjuicio de aceptar a regañadientes lo que me propone el lector A.R: "dejá de leer ficción, te quema el cerebro; hacé como yo, que gracias a mi ignorancia sobre la literatura de ficción tengo todos los patitos en fila". 
Por el ACV que sufrí en diciembre de 2012 es posible darle la razón, que tengo el cerebro algo quemado. Pero no por ello (gracias a los medicamentos y que intento hacer una vida más sana) he dejado de leer ficciones. 
Leer a Bayer, por ejemplo, entra en el terreno de lo ficcional.
En primer lugar, de cumplirse el delirio del ensayista radcado con comodidad en Alemania, Cristina Kirchner se convertiría en extranjera y según el artículo 89 de la Constitución vigente, ya no podría ser Presidenta de la Argentina restante.
Antes de seguir con las conclusiones, un paréntesis: creo que el mundo está ganado por la demencia y la senilidad de unos cuantos. 
Entiendo también por qué Bayer se ha conformado con tener un programa de TV donde habla para sus seguidores mientras la estatua de Roca sigue allí, semi-enfundada en un andamio porque su traslado definitivo generaría múltiples protestas de quienes tenemos otra visión histórica de Argentina.
Hace unos años, estando vivo Néstor Kirchner, sé de buena fuente que éste ofreció a Pino Solanas una catarsis semejante para referirse al tema de la energía. Al fin y al cabo, Humberto Tumini y el "Huevo" Cevallos pasaron, con mucha pena y ninguna gloria por el ministerio de Desarrollo Social sin haber hecho "la revolución" y hoy son furibundos opositores que, sospecho, algún rédito habrán sacado de su rápido paso "entrista" por la función pública.
En cuanto al Roca genocida, hay una frase contundente de Norberto Galasso: "es una tergiversación histórica de oportunismo hacia el mitrismo oligárquico".
Y yo agregaría, es una visión ingenua, poco creíble y básicamente antinacional.
Hay abundantes ejemplos de tendencias segregacionistas en Argentina, desde la pretensión de Florencio Varela de crear una república independiente en el litoral hasta las actuales reivindicaciones de los "originarios". 
Si los mapuches son originarios, ¿lo son también los tehuelches exterminados por los mapuches que provenían de Chile? ¿Son originarios los pueblos quechuas o aymarás pertenecientes a la gran civilización invasora, los Incas, que explotaban a los pueblos invadidos?
En el siglo XIX, además de la propuesta de Florencio Varela mencionada, Buenos Aires se separó de la Confederación Argentina en 1853 hasta que no se cumplieran sus exigencias de reforma de la Constitución. En 1856, Mitre propone la creación de la República del Río de la Plata. Durante la presidencia de Avellaneda, la colonia galesa radicada en Chubut intenta convertirse en protectorado británico. Tendrá que llegar Roca con su "nacionalización" de la oligarquía, para que la cuestión de Buenos Aires se resuelva definitivamente.  
En el siglo XX, el Partido Comunista argentino, siempre firme contra el pueblo, propuso, durante la década del 30, la "libre determinación" de las colonias judías en Entre Ríos y las italianas en Santa Fe.
¿Qué significa ser originario? ¿Que todos los descendientes de europeos y asiáticos que poblamos la actual América, cientos de millones, somos "invasores" y debemos ser expulsados?


Roca no fue un "progresista" tal como se entiende hoy el término en el que entraría Bayer. 
Fue un hombre de su época que creía en el Progreso, y miembro de la "clase principal" tucumana. Todos somos hombres (y mujeres, caramba) de nuestra época. Perón creía en el papel transformador de una "burguesía nacional", y así lo entendió primero con Miranda y luego con Gelbard. Marx creía en "el curso ineluctable de la historia" que generaría, con el paso del tiempo, una (ineluctable) sociedad sin clases previo una (ineluctable) dictadura del proletariado. En cierto modo, Roca creía en lo "ineluctable" del Progreso y en el desarrollo del positivismo en las ciencias.
El gran hacedor de la patria de los excluidos fue Mitre, antecedido por Rivadavia, creadores del mítico "granero del mundo". Según cifras confiables que aporta Carlos Martínez Sarasola reproducidas por Galasso, el 74% de los indios muertos lo fue antes de 1877, es decir, antes de la "Conquista del Desierto". Y las víctimas habían pasado de la agricultura sedentaria al nomadismo saqueador,

Sucede que, desde Alemania, Bayer no entiende "la cuestión nacional", como no la entienden unos cuantos kirchneristas. 
Pero afortunadamente el kirchnerismo avanza, con tropiezos, con avances y retrocesos, hacia (precisamente) la autonomía nacional. Y la cuestión de los "originarios" se resuelve primordialmente otorgándoles la propiedad de la tierra que reclaman, además de su reivindicación de una cultura muerta y unas costumbres más o menos muertas. Pero sobre todo lo primero, que se dice en voz baja para no quedar incursos en el Eje del Mal donde ya ingresó Evo Morales.
Que cada cual concluya lo que le parezca.

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