sábado, 23 de marzo de 2013

SEGURIDAD JURÍDICA


La Minera Vale, en Mendoza, argumenta inseguridad jurídica para buscar mejores condiciones. 
Los jueces, que una acordada de la Suprema Corte los exime de pagar Ganancias, dando a entender que todo cambio supone inseguridad jurídica. 
El 54% obtenido por Cristina sería cosa del pasado (en todo caso, no hay con qué darle a la legitimidad de origen) y ya corre, para algunos exageradamente visibilizados por los medios, la deslegitimidad de ejercicio.



La seguridad jurídica es uno de los argumentos históricos preferidos del poder reacio a todo cambio social, cultural y económico (hoy lo llamamos “opo”) tendiente a eternizar o naturalizar un privilegio.
Cuando se pierde uno de estos privilegios, se dice que FALTA SEGURIDAD JURÍDICA.
Otro de los argumentos históricos es la cuestión de la legitimidad. ¿Es legítimo este gobierno o programa de gobierno? Ambos están íntimamente relacionados o son dos aspectos de una sola cuestión. Cuando se altera determinado privilegio jurídicamente consagrado se pierde seguridad jurídica y se deslegitima el gobierno, y decimos (dicen) entonces que EL GOBIERNO TIENE LEGITIMIDAD DE ORIGEN PERO NO DE EJERCICIO.
A veces se ataca esa legitimidad de origen, pero no hay consenso entre ellos y a nadie puede convencer, por su debilidad, un argumento que se base en negar el 54% de votos a favor de este proyecto. 
Por eso van y vienen enarbolando supuestos estudios de opinión que demostrarían (con muestras que en ningún caso superan los mil, mil doscientos casos, mil quinientos con toda la furia sobre 40 millones de habitantes) que ese 54% se perdió más o menos rápidamente, por ejemplo, porque la economía se está desbocando. 
Entonce en un punto sí hay consenso: hay que demostrar de cualquier manera, no importa cómo, que esa mayoría electoral se esfumó, y con ella la legitimidad de origen.
Los más inteligentes sin embargo, no discuten esa tal legitimidad de origen porque no hay con qué darle (la única verdad es la realidad, y la realidad es el acto del sufragio, no las opiniones disparadas al voleo) y apuntan sus cañones en la legitimidad de ejercicio.
¿A qué se refieren?
También aquí se escuchará todo tipo de opiniones (de izquierda, de derecha y de la derecha que se oculta en el centro) pero no les preste mucha atención: cuando se pierde legitimidad de ejercicio también se pierde seguridad jurídica, es decir, toda ley o norma o decisión política que termine con algún privilegio significa, para ellos, que ya no hay seguridad jurídica y en su ejercicio también se ha perdido legitimidad. Porque para ellos, legitimidad equivale a dejar todo como está, donde todo privilegio corresponde al orden de lo natural, al orden natural. Uno tiene legitimidad (o seguridad jurídica, según corresponda) dicen, mientras no cambie nada.
Por caso, “los jueces no pagan Ganancias”, como si eso significara que los señores magistrados están naturalmente exentos; que no pagaron, pagan o pagarán ese impuesto porque son una suerte de seres singulares o únicos o especiales, distintos a todos nosotros los simples mortales, y por eso naturalmente privilegiados. Si pagaran un impuesto que nos descuentan obligatoriamente a todos nosotros, eso alteraría la objetividad de sus sentencias o no fallarían con libertad de consciencia. Falso.
También la Minera Vale, brasileña, argumenta inseguridad jurídica para abandonar (u obtener mayores concesiones de) el yacimiento de potasio en Malargüe, al sur de Mendoza. El potasio es un fertilizante abundante y barato, y el emprendimiento mendocino se convertiría en uno de los mayores del mundo junto a Pascualama. 
Vale lo había comprado a la multinacional de origen británico Rio Tinto que explota minas de zinc, bórax, diamantes, bauxita (aluminio), cobre, etc. Para avanzar hay todo tipo de limitaciones financieras, técnicas y legales.
Las cuestiones gemelas de la seguridad jurídica y la legitimidad de origen-ejercicio son históricas porque vienen siendo usadas en Argentina desde que somos un país, por Bernardino Rivadavia o Alfonso Prat Gay, pasando por Mariano Grondona, Lilita Carrió, el almirante Rojas y Bartolomé Mitre.
El Vaticano está exento de demostrar seguridad jurídica y nadie puede negar la legitimidad de origen de Francisco, supongo. Para el Papa tenemos otro fetiche: sería un Papa Peronista, de modo tal que todo lo que haga será significado en esa línea. El Papa no es peronista: es un cuadro de la Santa Madre Iglesia. Jesuíta.
A algunos de los que chamuyan sobre la seguridad jurídica o la legitimidad se los puede tomar en serio, a otros no aunque no por eso dejen de ser peligrosos.
Entre estos últimos anotamos a Paco De Narváez, Lilita Carrió y Pino Solanas, que ayer mismo aludió sin ponerse colorado a las cincuenta mil víctimas de la estación de Once. 
El show debe seguir.

viernes, 22 de marzo de 2013

CHIPRE: DESPUÉS DE DESVALIJAR ARGENTINA, CAVALLO SE VIENE


El corralito bancario, vigente desde hace una semana, impide a los chipriotas extraer más de 260 euros diarios de los cajeros, porque los bancos están cerrados. 
Como es bien sabido, se argumentará que Chipre tenía un monumental desorden en las cuentas fiscales y gastó en exceso. Llegó entonces la hora de pagar. 
O garpar, como para que se entienda mejor.
La situación chipriota recuerda el lejano, lejanísimo 2001, cuando - en Argentina- los camiones de caudales iban de los bancos a los aviones llevando dólares atesorados. Fue cuando las entidades bancarias declararon al unísono que no tenían ninguna relación con sus casas matrices, y que el de ellas era sólo un nombre de fantasía.
El resultado fue que los ahorristas se quedaron sin sus ahorros.
¿Quién le pone el cascabel al gato?
El año pasado tuve la oportunidad de entrar a la sucursal de "mi entidad bancaria" con sede en Colonia, Uruguay. Y la llamo así porque su nombre, su logo y sus colores eran, son, idénticos a los de "mi entidad bancaria" en Buenos Aires. 
Fue cuando un empleado uruguayo me informó: "Es un nombre de fantasía, nosotros no tenemos ninguna relación con el banco de Argentina"...
¡Ojo!
Chipre tiene tiempo, si es que se puede hablar de tiempo en estos casos, hasta el lunes 25 de marzo.


domingo, 17 de marzo de 2013

¿DEJÓ CRÍA MARTÍNEZ DE HOZ?


Poco y nada se puede agregar sobre José Alfredo Martínez de Hoz que no se haya escrito hoy, y para lo cual tomaremos como extremos la laudatoria de La Nación (nota cerrada a comentarios) y el artículo crítico de Página 12, aunque sospecho que a la derecha del primero y a la izquierda del último se publicarán cientos o miles de palabras tan olvidables como previsibles.  
Sin embargo, vale la pena, creo, remarcar un par de cuestiones donde las preguntas a veces se expresan, otras no, y no siempre tienen respuesta a fin de no repetir obviedades. 
Y además, pueden alumbrarnos el presente aunque se refieran al pasado.
¿Puede volver esa política, la de Martínez de Hoz? 
¿Su estirpe se extinguió o dejó cría? Si fuera por seguir la trayectoria de su hijo (ver aquí) dedicado a defender los Tratados Bilaterales de Protección de Inversiones (TBI) ya tendríamos la respuesta redondeada.
Y si no se convenció todavía:
Aunque el fallecido sea el ícono de una época marcada por la conjunción en espacio y tiempo de dos factores (grandes grupos económicos asociados con cúpulas militares antiperonistas) que hoy no confluyen, la resultante (en términos de física) de las fuerzas que conforman el bloque de poder económico-social-cultural hoy es otra, distinta a la que, con el uso indiscriminado de la ilegalidad, se forzó en los ’70. 
Esto requiere institucionalizar los cambios.
Pero algunos pueden institucionalizarse, otros no. Si yo fuera Melconian o cualquier otro charlatán de la Fundación Pensar, no suprimiría la AUH (creada por decreto 1602 firmado por Cristina, y para dar un solo ejemplo entre muchos), pero la neutralizaría convirtiéndola en un ingreso miserable, mediante la liberación de precios (sobre todo de alimentos) combinada con una reforma al 1602 que la desenganche del resto de los precios de la economía. 
Volveríamos a la época de las ventajas comparativas: caramelos sí, acero no. Formalmente seguiría existiendo la AUH, y ¿quién podría negarlo?
Aunque desde agosto a octubre de 1975 los grandes grupos económicos discutieron con la cúpula antiperonista de las FFAA el momento preciso para dar el golpe de estado que acabara para siempre con el Estado Sudamericano de Bienestar creado por el primer peronismo, ya en marzo de 1973 la decisión estaba tomada. 
Fue cuando el presidente Cámpora, simultáneamente, destituyó a Alcides López Aufranc como jefe del Estado Mayor y designó a Gelbard en el ministerio de Economía. Intolerable. López Aufranc se refugió de inmediato en Acindar, la empresa de la familia (profunda y públicamente antiperonista)  Acevedo. 
Mientras tanto, Gelbard recibía cascotazos de todos lados: para la derecha era un ratero, para la izquierda un incapaz de llevarnos a la patria socialista aunque, es notorio, Gelbard pertenecía al PC.
Cuando se leen atentamente los balances de Acindar de esos años (1973, 74, 75) firmados por López Aufranc como presidente de la firma, se percibe enseguida que el “clasismo” enfrentado sindicalmente con los Acevedo aceleraba los tiempos del golpe de estado reaccionario, tensando la cuerda y promoviendo la militarización de la derecha. 
Estoy seguro (escuchando a unos cuantos “referentes” que repiten hoy lo mismo que en esos días, sin ninguna crítica) que muchos no compartirán esta conclusión o la creerán reaccionaria: al fin y al cabo, Perón se enfrentaba con Montoneros y esa parecía en aquel entonces “la contradicción principal”. 
A nadie le importaba que la Argentina estuviera insalvablemente rodeada por dictaduras con programas económicos neoliberales: sobresalía la de Pinochet, que inauguraba –mundialmente hablando- el recetario de Mont Pelerin, ultra liberalismo de von Mises a cualquier costo. Se suele olvidar este inicio, y no se pondera cómo producir un cambio radical en un país periférico dentro de un mundo hostil: ¿se pretendía ser otro peldaño del mundo soviético? ¿Como Cuba?
Me refiero, entre tantos ejemplos, a una presentación judicial de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (relacionada con un sector del PC) que cuestiona a Perón por no haber optado por el modelo soviético de producción de acero y arrabio. En 1950. En medio de la Guerra Fría. 
Es el caso de una realidad que debe adaptarse al concepto teórico-ideológico cuando es al revés, o mejor, cuando el tal concepto debe surgir de la realidad y no importarse desde donde sea.  
¿Y a qué viene todo esto?
A que hoy, como en aquel entonces, un triunfo electoral, aunque fuera contundente y decisivo, no significaba tener todo el poder sino una parte del poder, ayer como hoy, y para lo que nos interesa, sobre todo hoy.
En este sentido, y aunque no venga a cuento, es erróneo creer que 300, 500 o 2000 militares cometieron aberrantes violaciones a los derechos humanos: la totalidad de las FFAA y de seguridad estuvieron empeñadas en lo que ellos denominaron “guerra” para la cual el enemigo era el propio pueblo argentino. 
Habría que creer que unos cuantos ingenuos (no las cúpulas, claro) lo creyeron literalmente, en cuanto ese oponente (el pueblo, recordemos) pretendía destruir “nuestro tradicional sistema de valores”, lo mismo de siempre. 
Esta concepción donde el enemigo era el propio pueblo la introdujo (de nuevo) López Aufranc desde Francia, y ya había sido ensayada –antes de Argelia- por los ingleses en Malasia.
Sí, Martínez de Hoz dejó cría.
Para ellos, la cría, el problema es principalmente uno: no cuentan con la complicidad de las FFAA, pero tampoco pueden crear una hegemonía digna de ese nombre porque todos los figurones de la derecha se pelean entre sí defendiendo sus propios intereses particulares, particularísimos, y no tanto por creerse los pavos reales de la restauración liberal. 
Y digo particularísimos porque aunque afirman defender “un estilo de vida” que parece referirse a un colectivo, en realidad defienden el estilo de vida de determinados tipos o empresas.
Aunque se enmascaren de una u otra manera, hoy existen unos cuantos Pequeños Martínez de Hoz Ilustrados. Algunos apoyan al peronismo federal, otros todavía no saben, otros circulan alrededor de Pino o Lilita o Mauricio o Robert Vincent Cortina o Hermes (protector de comerciantes y ladrones) Binner.
Muerto el perro, no murió la rabia.

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