viernes, 17 de agosto de 2012

Subiela: ¡un contador allí a la izquierda, por favor!


Eliseo Subiela ha dirigido “Hombre mirando al Sudeste”, “El lado oscuro del corazón”, “Últimas imágenes del naufragio” y “No te mueras sin decirme dónde vas”, entre otros largometrajes.

No quiero equivocarme ni dramatizar, pero esa parte de su biografía (fundamental para la construcción de una identidad cultural, creo yo) autoriza a definirlo como director de cine.

Sin embargo, y al parecer en uno de esos arrebatos propios de intelectuales, intelectualoides y trasgresores en general, en la AFIP se ha inscripto como investigador de genealogías, arreglador de matrimonios desavenidos, tarotista y lustrabotas, declarando ingresos anuales totales por 10 mil pesos.

Es sabido que los intelectuales suelen ser muy desordenados en sus cuentas y no se llevan bien con el dinero. 
Poniendo en práctica el estatismo invasor que denuncia hoy Carlos Pagni en La Nación, la AFIP –o mejor dicho, las computadoras estatales de la AFIP- descubrieron que si alguien como Subiela o Juan Pérez tiene ingresos anuales de 10 mil pesos, difícilmente puede gastar 4 mil pesos mensuales en compras con tarjetas de crédito. Subiela fue inteligente en esconder sus ingresos y actividad reales, pero a la hora de decidir como consumidor, prefirió el plástico a la compra en efectivo. Y en negro. O sea: fue un pelotudo.
Algo huele mal en Dinamarca, o Subiela necesita un contador.

Los diarios de la corpo han dudado hoy si incluir la noticia en el suplemento de “seguridad” (es decir, los hechos propios de la diaria inseguridad) o en la sección finanzas.
La oportuna muerte de un inquilino de Zaffaroni en un accidente de tránsito llegó justo a tiempo para cubrir los temas de seguridad. Mañana volverán entraderas, salideras, novias quemadas y salidas de la cárcel por obra de La Cámpora.




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