Hace un mes, todos éramos técnicos
en futbol. Hoy, todos somos especialistas en default, que no significa quiebra
ni cesación ni suspensión de pagos, sino defecto.
Quizás ya se activa el default, ya
se activa, ya, escribe Ana Baron en Clarín, siendo ya un término impreciso que
corre entre la nota escrita, la nota impresa, el diario impreso, el diario
distribuido, es decir, ya, en algún momento, hoy o dentro de unos años.
La que escribe, Ana Baron, no lo sabe y
guitarrea desafinando. Tiene un espacio en el diario no por sus antecedentes
periodísticos sino por ser amiga íntima (bridge mediante) de la ex bailarina a
la que quieren hacer pasar por ex enfermera de Noble, Roberto. No hay mayor
mérito.
Ya se activa el default o ya
cualquier cosa, como por ejemplo, “el gobierno no lo reconoce pero los ingleses
ya nos invadieron”.
Se escuchan acompasados cañonazos
desde la ribera, provocando súbitos revuelos de aves. Son los ingleses que
vienen a salvarnos del monopolio español, o del pérfido Restaurador, del
Segundo Tirano Prófugo (el primero no llegó a profugarse), de Néstor. Por ahora
no los vemos (sólo escuchamos los acompasados cañonazos desde la ribera y el repentino empavorecimiento de los patos) pero nos dicen que vienen marchando al
son de gaitas y agitando coloridas banderas de la Casa Baring, del Bank of New
York Mellon, de San Patricio, de San Andrés y de San Jorge. Los ingleses vienen
a hacernos participar de la libertad de comercio y navegación, de la santa convertibilidad,
siempre que reconozcamos su previa y natural supremacía.
Ya se activa el default, escribe
Ana Baron, y menciona al especialista Marcelo Etchebarne, cuya especialización
y renombre no le ha alcanzado para sacar a su padre de la cárcel donde está
pagando los crímenes que cometió durante la dictadura, y no es que el diario lo
mencione.
El The Wall Street Journal
editorializa “Argentina Dances with Default” que es como escribir “Argentina
dances with wolves”, porque son wolves, lobos, con los que está danzando Argentina,
los lobos de Wall Street. Los lobos de Clarín. Nelson Castro, el lobo
hambriento de Clarín; algo tronado y queery en cuanto a garras se refiere,
habría que reconocer.
Las calificadoras de riesgo consideran que Argentina ha caído en default. Standard &Poor’s habló de default selectivo y Fitch Ratings de default parcial.
La calificadora de riesgo de Villa Pineral ha emitido un comunicado incomprensible titulado Pamechu. Axel Kiciloff afirmó ayer “decir que Argentina ha caído en default es una pavada atómica”.
Entre las pavadas atómicas al por mayor sobresale también la frase asertiva de Ama Baron: “El swap firmado entre Argentina y China no se activará con el país en default”. Ja.
El presidente chino vive en una burbuja china y firmó aquí en Buenos Aires los acuerdos que firmó por estar mal asesorado.
En el penúltimo párrafo, el mismo diario anuncia una preocupación que hasta ahora nadie había mencionado: "Un default sería tan absurdo que hace pensar en la posibilidad de que Kicilof esté usándolo como una forma de empujar al Fondo Monetario Internacional y a los liberales de América para que intensifiquen su campaña de dejar las negociaciones de deuda en manos de una nueva burocracia mundial. Esto le daría más poder de negociación a los deudores y a los políticos y se lo quitaría a los mercados financieros y a los tribunales de Estados Unidos".