jueves, 7 de enero de 2016

COMUNICADO DEL BLOQUE DIPUTADOS FpV-PJ

MIÉRCOLES, 6 DE ENERO DE 2016

 

Los diputados del bloque  del FpV-PJ expresamos nuestra solidaridad y acompañamiento al reclamo generado a través de las redes sociales para que el presidente Mauricio  Macri convoque al Congreso Nacional a sesiones extraordinarias.
Nuestro  bloque viene reiterando el pedido para que se convoque a  extraordinarias desde hace más de 20 días luego de que el presidente  Macri, en una decisión abiertamente inconstitucional, intentó nombrar a  dos jueces de la Corte Suprema de Justicia por decreto, sin el insoslayable aval del Senado de la Nación.
A  este decreto le siguieron otros ilegales y violatorios de la  Constitución Nacional y las instituciones de la República, que incluyen  la reforma y hasta la derogación de leyes sancionadas democráticamente  por este Congreso, la remoción de funcionarios también designados  democráticamente por el Parlamento, y el intento de legislar por decreto  en cuestiones penales –otra cuestión expresamente prohibida por la  Constitución en su artículo 99-. Todo esto sumado a que muchas disposiciones se aplicaron de facto, antes incluso de su publicación en  el Boletín Oficial y desoyendo medidas judiciales.
Si  hay algo necesario y urgente es que el Congreso se reúna para validar o  rechazar esta batería de decretos, tal como lo dispone la Constitución  Nacional en su artículo 99, y para legislar en toda cuestión que el  Ejecutivo considere pertinente. Pero para reunir a las Cámaras no basta  con la voluntad de los legisladores: fuera del periodo ordinario de  sesiones –como nos encontramos hasta marzo-, la Constitución en su  artículo 63 dice que “pueden también ser convocadas extraordinariamente  por el Presidente de la Nación”, convocatoria que a la fecha no se ha  producido.
Paralelamente,  las autoridades de ambas Cámaras se niegan a firmar actos  administrativos, con lo cual asistimos a una virtual disolución del  Parlamento. Por citar sólo dos ejemplos, la designación del titular de  la AGN fue inexplicablemente demorada hasta ayer; y aún estamos a la  espera de la firma para el segundo miembro del Consejo de la  Magistratura que por ley le corresponde a este bloque, y que en otro  atropello institucional pretendieron otorgársela a un integrante de un  bloque minoritario -intento frenado por varias medidas cautelares y que  derivó en una denuncia penal contra el presidente de la Cámara de  Diputados, Emilio Monzó.
En  noviembre, Mauricio Macri fue elegido para conducir el Poder Ejecutivo  de la Nación. Pero antes, en octubre, los argentinos elegimos a nuestros  representantes en el Congreso. Y desde el 10 de diciembre, a los  representantes del pueblo democráticamente electos no nos dejan  trabajar.
Por  eso invitamos a los diputados de todos los bloques políticos a que se  sumen a este reclamo para que se nos permita cumplir con los derechos y  las obligaciones que nos confiere la Constitución Nacional. A los dirigentes que se rasgaron las vestiduras en nombre de las instituciones  y la República, los invitamos a abandonar el silencio cómplice y  acompañarnos en la defensa de las instituciones y la República. Al  presidente de la Nación le exigimos que ponga fin al avasallamiento de  las instituciones y convoque inmediatamente a sesiones extraordinarias.

lunes, 4 de enero de 2016

STOP & GO ó STOP & CRASH

Leemos en http://rambletamble.blogspot.com.ar/2016/01/modelos-macroeconomicos-en-la-argentina.html
 
 Por: Jorge Schvarzer y Andrés Tavosnanska

(fragmento)
 
Desde 1930 y al menos hasta mediados de la década de 1970, o sea, durante un período de casi medio siglo, la Argentina vivió en un sistema que se ha dado en llamar “economía cerrada”. O bien, puede decirse que evolucionó a lo largo del proceso que los economistas denominaron de “Industrialización Sustitutiva de Importaciones” (ISI). 

A partir de 1976 esa situación comenzó a cambiar y la economía nacional ingresó en un proceso de apertura externa y de reforma y desregulación de los mercados que desembocó en un nuevo sistema, al que proponemos denominar de “apertura con endeudamiento externo”; este nuevo modelo de funcionamiento tuvo un primer ciclo muy intenso (1976-1981), un período de reacomodo (1982-1988) y un renovado y profundo impulso a partir de entonces. En conjunto, su presencia se mantuvo durante casi un cuarto de siglo y culminó en la gran crisis iniciada en 1999 y que se profundizó hasta el derrumbe en 2001-2002. Ambos modelos fueron acompañados por distintos ritmos de crecimiento y, sobre todo, por sucesivas crisis intermedias. 

En el primer caso, estas fueron definidas como fenómenos de stop and go, porque el propio sendero de crecimiento generaba las condiciones para una crisis, luego de la cual se reiniciaba la marcha del producto. En el segundo caso, en cambio, se propone hablar de go and crash porque la evolución del modelo provoca crisis cuya magnitud exige un cambio de rumbo, al menos en el corto plazo, y con enorme impacto negativo, como ocurrió con su crisis final. 

 
Este trabajo se propone analizar la frecuencia e intensidad de las crisis que ocurrieron en ambos modelos durante más de medio siglo como un elemento más para evaluar y comparar la viabilidad de cada uno de ellos. Los resultados muestran que las crisis del segundo modelo fueron mucho más profundas y prolongadas que las registradas durante la economía cerrada y sugieren que esas consecuencias dramáticas recientes no pueden dejarse de lado en los balances respectivos. Para ofrecer un panorama histórico de referencia, el texto comienza con un breve resumen de las características básicas, o el comportamiento estilizado, de ambos regímenes de funcionamiento de la economía argentina. 
 
Nota completa en http://www.trabajo.gov.ar/left/estadisticas/descargas/revistaDeTrabajo/2010n08_revistaDeTrabajo/20010n08_a07_jSchvarzer_y_aTavosnanska.pdf

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