jueves, 24 de octubre de 2013

"LOS DELITOS NO SE HEREDAN"

¡Tamaña confesión!
El título, como sabemos, reproduce una frase de Lilita Carrió dirigida a Juan Cabandié, y se refiere a los delitos que, según ella, cometieron sus padres, por los cuales, en lugar de un juicio en tribunales naturales,  sufrieron secuestro, prisión clandestina, torturas y desaparición. Todo en la ilegalidad.
El uso del vocablo "·delito", sin embargo, refiere a la legitimación de esos secuestros, tormentos y desapariciones forzadas.
Los hijos (de desaparecidos) de Ernestina Herrera van a heredar el emporio Clarín. No he escuchado a Lilita hablar de delito en estos casos. Y que no argumenten que sus ADN no estaban en la base de datos oficial: todos sabemos que esa base sólo tiene los ADN de quienes se animaron a dejarlos bajo custodia estatal, mas los de los cuerpos hallados con signos de haber sido ejecutados, y que los desaparecidos no son 8000 como sostiene Fernández Meijide y el "Nunca más" sino 30.000 o más. Porque muchos ciudadanos pobres del interior no figuran en las estadísticas.
Lilita justifica a la dictadura. Es, como suele decirse, la cría del proceso. 
Un "proceso" (que es como se autodenominaba la dictadura cívicomilitar)) que ha dejado una cría numerosa. Tomemos un ejemplo cualquiera: ¿cuántos de los firmantes de la solicitada de la entidad APEGE, a días del golpe, circulan en la actualidad reconvertidos? ¿Arrepentidos quizás?
Uno de ellos es Osvaldo Cornide, el eterno titular de la Came, la entidad que agrupa a ciertos pequeños comercios.
Cornide y la APEGE solicitaban, rogaban en febrero de 1976 que los militares asumieran el poder, aunque es inverosímil que las Fuerzas Armadas fueran a implementar el programa de los pequeños comercios minoristas. Los firmantes de APEGE sabían que el golpe estaba en marcha, y que el plan económico -que terminaría destruyendo a los pequeños comerciantes- era el del neoliberalismo expresado por Martínez de Hoz. Todos sabíamos de las reuniones que las grandes empresas financieras y los terratenientes tenían con la cúpula de las fuerzas armadas.
Hace unos meses denuncié a otro de los participantes en esas reuniones, empresario titular de una gran compañía productora de tractores, de origen norteamericano. No bien subí el post, mi PC fue atacada por un virus o troyano muy destructivo. 
No soy especialista en informática, pero puedo dar fe de que el virus desapareció apenas eliminé esa información. El hombre se hace pasar por doctor (sin aclarar recibido dónde, ni que título tenía) y en un determinado momento "piró", convirtiéndose en una suerte de gurú que preside una de esas entidades u ong de autoayuda, yoga y paz interior ubicada en la zona muy exclusiva de Las Cañitas. 
En las fotos de hoy se lo ve, ya viejo, disfrazado con una larga túnica y gastando una barba abundante, muy lejos de ese ejecutivo de Massey Ferguson que se reunía con Videla para tomar el poder. 
Martínez de Hoz bien puede haber afirmado que los delitos no se heredan, o sea, Lilita es un remedo de Martínez de Hoz. Los que sí se hereda son los cuantiosos bienes de que se apropiaron, y por eso lo que sucedió en esos años no es historia antigua sino muy actual cuyas consecuencias todavía padecemos.
Eso también se juega en las próximas elecciones. Macri es un declarado admirador del "proceso". Lilita trata a los desaparecidos como delincuentes, porque los que cometen delitos son delincuentes. Massita propone volver al FMI y promete -demagogia pura- un haber extra para los jubilados que lo voten. 
Es cierto lo que afirma el ex-diputado Di Cola: los opositores deberían ponerse de acuerdo si estamos tan mal pero tan mal que explotamos tarde o temprano, o tan bien que nos da el cuero para eliminar impuestos e incrementar los gastos.








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