sábado, 26 de junio de 2010

¿DE VIDO DESMINTIÓ O NO?

La noticia central debió ser que se inauguró la Central Timbúes, que junto con su gemela General Belgrano agregan 1600 MW al sistema eléctrico interconectado.
Pero no. El ministro De Vido tuvo que salir a aclarar que había sido un chiste o una ironía su afirmación de que existía una embajada paralela en Venezuela, y que obviamente Clarín había recontra-amplificado.

Que otros se encarguen de analizar los dichos de los involucrados según cada medio de prensa.
El gobierno carece de una política comunicacional. Está haciendo mucho, pero en general es el formato publicitario el que lo hace público. Tomado como propaganda oficial o un consumo más de noticias.
Puede ser que entre la vigencia de la Ley de Medios, el asunto de los hijos de Ernestina Herrera y las averiguaciones sobre el origen de Papel Prensa, el Grupo Clarín esté en las cuerdas: pero no está muerto, a no confundir.
O en otras palabras, no se puede hacer un chiste sobre el tema, ni aún cuando uno cree tener todas las cartas en la mano.
Hace un mes más o menos, una nota de El Argentino o Miradas al Sur (no encontré el vínculo por el momento), informó que las sumas negociadas diferían en unos 300 millones de dólares según fueran fuentes argentinas o venezolanas.
 Lo cual habilita la posibilidad de que el gobierno argentino esté protegiendo al venezolano (y por ende, a la relación entre uno y otro país) de la prédica de esmerilamiento que conduce sin dudas el Grupo, esté o no en la lona. Con lo que se estaría reproduciendo el síndrome Antonini.
Pero no se entiende, a la vez, cómo el mismo gobierno auspicia la furibunda prédica antichavista del Grupo Hadad en C5N y Radio 10, casi propia de la CIA.
Timerman pidió que se divulgue el contenido de la explicación de Sadous en la Comisión. Eso fue tildado como genial o con epítetos más superlativos todavía, cuando en realidad las autoridades estatales están obligadas a mantener en reserva las opiniones vertidas en relación con la política diplomática.
Hay que ser veraz además de creíble.
Atanasoff duda si llamará a Mondino, y duda todavía más si acepta publicar lo pedido por el ministro de Relaciones Exteriores. La oposición interpreta, y Clarín interpreta la interpretación, todo con el mismo objetivo. Eso ya lo sabemos, pero es preciso ponerse en otro lugar.
La falta de una política de comunicación del gobierno no solo se manifiesta en este tema.
A todos nos producirá placer, reiremos a carcajadas, aplaudiremos y repetiremos mil veces en mil blogs lo bien que Aníbal Fernández resuelve las discusiones con Magdalena Ruiz Guiñazú. PERO NO SOMOS NOSOTROS EL AUDITORIO, TAMPOCO ES EL KIRCHNERISMO, NI LOS BLOGUEROS, NI EL CONURBANO BENEFICIADO CON LA AUH, SINO LOS PRODUCTORES DE LA PAMPA SOJERA que es donde llega Radio Continental.
¿Por qué González Oro le hace decir que sí a Randazzo cuando le pregunta sobre la necesidad de reprimir a los piqueteros? En este caso, me parece, se chapotea en la sospecha.
Algunos políticos todavía no aprendieron el peligro de dialogar con la histeria en lugar de hacerlo con el sujeto.

UNA VISIÓN SOBRE "CURIOSIDADES", DE SANDRA RUSSO

Escribió Teodoro Boot hace minutos nomás, en febrero de este año:


En su edición del sábado 6 de febrero, el diario Página 12 publica en su contratapa una emotiva nota de Sandra Russo titulada “Curiosidades argentinas”.
Desde hace mucho tiempo que la señora Russo no deja de asombrar por la belleza de su escritura, su aguda sensibilidad, su admirable capacidad de observación. Tambien, justo es decirlo, por la persistencia de un sistema de prejuicios que, no por ser compartidos con la casi totalidad de la “intelectualidad” argentina, dejan de inducirla a recurrentes confusiones, por más esfuerzos que, con mayor o menor éxito, la señora Russo haga por librarse de ellos. En la nota a que hacemos referencia, podría decirse que consigue hacerlo gracias al tono general y, fundamentalmente, con el remate: un impecable golpe de knock out en el último minuto de decimoquinto round:
El antiperonismo, en cambio, no es tan contradictorio. Es lineal en su asco a los malos modales, en su selectividad estética y en su abyecto lamento por los privilegios perdidos. Y en los sectores medios, es un lamento peor: como dijo inmejorablemente Carlos Barragán, “si los negros viven como uno, uno siente que tiene una vida de negro”.


La señora Russo debe haber obtenido el efecto que pretendía, si es que se propuso a la vez emocionar al lector y alertarlo sobre la despiadada uniformidad, más que del antiperonismo, del sentimiento gorila, que no es otra cosa que el odio de clase de los grupos dominantes, acá y donde sea. Pero tras el discurrir de la señora Russo, velado por la belleza de sus palabras, la frescura de las imágenes y el hechizo de su exposición queda flotando en el aire un tufillo inconfundible, el sí pero con el que, animada aun por las mejores intenciones, la clase media culta se asoma a ese insondable abismo peronista. Y en ese sentido, sin pretender hacer una autopsia, correspondería destacar el penúltimo párrafo:
Le toca ahora encarnar al peronismo disidente la versión del peronismo que no negó ni siquiera Perón. Es cierto que no es menos peronista ese peronismo. Eso lo refleja con maestría la película de Juan José Campanella, El secreto de sus ojos. Un personaje como ese violador incluido en la trama siniestra en la que derivó alguna vez el peronismo de derecha funde la historia particular en la general. Esta es la contradicción no resuelta del peronismo, pero quizá no se trate ya de una contradicción, sino de dos dicciones totalmente diferentes, dos fuerzas condenadas a competir por un nombre y una identidad. Me temo que nunca ninguna será más peronista que la otra. El contradictorio era Perón y cada fuerza refleja una parte de ese hombre que amplió fenomenalmente las bases de la política argentina.
Sería deseable poder obviar un detalle, por secundario, pero ahí está, llamativo y molesto como un forúnculo en medio de la frente: para ilustrar una afirmación de naturaleza política, filosófica, sociológica o histórica, resulta descabellado apelar a ejemplos extraídos de la ficción. En mayor medida, habiendo tantos a mano.
Tras el ripio, la contradicción, “las dos dicciones, la lucha inevitable por un nombre y una identidad”. “Me temo que nunca ninguna será más peronista que la otra”, se lamenta la señora Russo y tras cartón revela la causa de esa imposibilidad, que como una sombra ominosa, se proyecta sobre la entera existencia del país: “El contradictorio era Perón y cada fuerza refleja una parte de ese hombre que amplió etc., etc”.
El elogio es atenuado, exterminado en realidad, por la descalificación: el carácter contradictorio de Perón, razón última de la imposibilidad que es, en consecuencia, esencial.
En realidad, resulta humanamente imposible determinar si Perón era contradictorio o si sólo lo fueron sus afirmaciones a lo largo de décadas, en distintos momentos y circunstancias, frente a diferentes interlocutores y público. No hay posibilidad de descubrir lo que anida en la intimidad del pensamiento de una persona. De igual manera, cualquier peronista creerá advertir una coherencia esencial en Perón, y a la vez es seguro que no se tratará de la misma coherencia, ya que es evidente que el peronismo es contradictorio pero ¿por qué limitar las expresiones a dos, por qué son tan sólo dos fuerzas las condenadas a competir por la identidad peronista?
Sin embargo, parece más significativo preguntarse por qué esa contradicción es una imposibilidad y de qué modo la naturaleza contradictoria del peronismo lo convierte en una extravagancia, una anomalía, una rareza histórica. ¿Por qué esa extravagancia y esa anomalía no se extienden a otros pensamientos, creencias y/o movimientos políticos tan o más contradictorios como el peronismo?
Giordano Bruno, el cardenal Carafa, Tomás de Torquemada, Francisco de Asís, Pedro Abelardo, Domingo de Guzmán, representan distintas –más, mucho más que dos– dicciones de la Iglesia Católica; el mundo cristiano es más amplio, diverso y aún más contradictorio, tanto como pueden serlo Omar Khayyam y Ruhollah Jomeini, por ceñirnos sólo a dos personalidades persas del vasto y muy contradictorio Islam; Josep Stalin y Andreu Nin son tan marxistas como León Troski, Vittorio Codovilla, Josip Broz, Fidel Castro, Zinoviev, Lenin o Dzerzhinski; el nacional sindicalista José Antonio, el chupacirios Serrano Suñer y el demócrata Adolfo Suárez pertenecieron a la Falange; el anarcocomunista Kropotkin, el colectivista Bakunin y los anarcosindicalista Enrico Malatesta o Abad de Santillán, Flores Magon, Noam Chomsky, Juan García Oliver, Pierre Proudhon, así como los partidarios de la acción directa Buenaventura Durruti, Francisco Ascaso o Severino Di Giovanni militaron todos inspirados en el ideario anarquista; John Milton, Hobbes, Locke, Voltaire, Hayek, Rousseau, Burnham y Milton Friedman pertenecen al liberalismo.
En todos los casos se trata de “dicciones totalmente diferentes”, de “fuerzas condenadas a competir por un nombre y una identidad”, sin que ninguna consiga ser más católica, musulmana, marxista, anarquista, falangista, peronista o liberal que las otras.
Un profundo, oscuro prejuicio ha de llevar a la perspicaz y muy inteligente Sandra Russo a describir al peronismo haciendo particular hincapié en su naturaleza contradictoria, cuando de ningún modo diría que la existencia de distintas fuerzas que compiten por una identidad son, ni el rasgo central ni constituyen la imposibilidad del marxismo, el liberalismo, el Islam…
Daría una pobre impresión recalcar en una nota acerca de la importancia histórica del marxismo, la insalvable contradicción entre el notable dirigente marxista Andreu Nin y sus asesinos del partido comunista. ¿Por qué debería sonar razonable un despropósito semejante al aplicarse al peronismo?
Del peronismo se pueden decir muchas cosas, buenas y malas. Detenerse en observar su naturaleza contradictoria es tan obvio y tan distintivo como describir a la señora Russo diciendo que tiene una nariz justo en medio de su cara.
Lástima afear así una nota tan bella como “Curiosidades argentinas”.

jueves, 24 de junio de 2010

LOS BOLSONES AUTORITARIOS EN ARGENTINA

Los sucesos de Bariloche han sido bien desmenuzados por los especialistas.
Por eso decidí subir hace unos días una nota de Tato Contissa, quien además de agudo observador de la realidad, vivió lo suficiente en esa ciudad de Río Negro como para conocer el paño.
Estamos frente a un cóctel peligroso de exclusión social, modelo turístico inviable, pliegues autoritarios, corrupción policial, ceguera de la clase política, y un Estado todavía demasiado prescindente. Paradojalmente, el marco general de ese panorama es el de un gobierno nacional que viene planteando cambios a una sociedad donde esos cambios no llegan con la profundidad suficiente, que permanece indiferente, o los rechaza. Como si eso fuera una fotografía de lo hondo que ha calado el disciplinamiento y el individualismo de ya sabemos qué origen.
Aunque no soy de los que le dan al blog un tono intimista o de confesiones personales, quiero relatar brevemente (como excepción) algo que parecerá inverosímil aunque es absolutamente real, y de lo que fui testigo y partícipe durante la década del 90.

Por una combinación de circunstancias que no vienen al caso, aunque incluían el efecto que me produjo el triunfo electoral de Menem en 1989 y la temprana sospecha (me quedé corto) de lo que vendría, ese año me radiqué en Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba.
Y allí permanecí por una década tras la fantasía de una vida pacífica, sana y alternativa. Llegué imaginando un mundo que no existía, pero tardé en advertirlo.
En primer lugar, los porteños no son aceptados con facilidad en ese pueblo turístico. No es que los discriminadores fueran originarios, cordobeses o serranos: eran porteños llegados en anteriores tandas de migración de la que ahora puedo rescatar dos: tras la construcción del Dique Cerro Pelado en  las nacientes del río Tercero, y cuando la dictadura cívico-militar se desbandó después de Malvinas.
Pero no es eso lo que quería relatar, sino cómo en mi vida pública, escribiendo en un periódico local y opinando en la FM local, conocí allá a ciertos personajes que entran perfectamente en el modelo del que Bariloche es una especie de forúnculo. No daré sus nombres porque no los recuerdo: si ellos lo leen, se reconocerán perfectamente. Y si quienes los frecuentan advierten el parecido con los seres reales, mejor. Como para que se alejen de ellos tanto como sea posible.
Se me endilgará que la gente debe tener la oportunidad de cambiar. No estoy seguro.
Excepto uno, el resto se habían reciclado en el sistema educativo como maestros de ciclo primario y profesores del secundario. Lo que no puedo medir es su contribución al sentido común de los chicos que pasaron por su lavado de cerebro, y que hoy son los adultos que votan.
Mis hijos eran sus alumnos.
A poco de llegado, conocí a una activista de la ecología, referente local del medioambientalismo, con gran influencia en la población escolar del pueblo por su liderazgo. Entiéndase bien: no era una cultora del pensamiento light que tan bien satiriza Radio Barcelona sino una extremista totalitaria de la ecología, una stalinista de la vida autosuficiente, la macrobiótica, el vegetarianismo, la cromoterapia y otras tonterías similares. Unos meses mas tarde nos confesó que era oficial retirada de la Policía Federal, y que había abandonado la temible Coordinación Federal por “fatiga de combate”.
El segundo era un afable profesor de tecnología en la escuela parroquial de nivel secundario del lugar, dirigida por un cura putañero que solía repetir que “en los 70 le había puesto el pecho a las balas”, aunque nunca pude enterarme de dónde venían esas balas. El tal profesor era especialista en comunicaciones y, como todos sus colegas del Ejército, afecto a la vida deportiva. Cuando se hablaba “del Proceso”, su rostro se oscurecía y cambiaba de tema.
El tercero era un chileno, profesor de educación física de la misma escuela parroquial, prófugo de la justicia de su país por cuestiones de derechos humanos.
Dejé al que sigue para el final por todo lo que sugiere. Si creen que exagero, se equivocan. 
Lo conocí en circunstancias relacionadas con la compra de una casa en un barrio alto de Santa Rosa. Con total desparpajo, me mostró primero su amplio garaje, donde guardaba dos autos de la misma marca y año de fabricación (Dodge Polara, creo), uno casi deshecho, el que usaba a diario en sus vueltas por el pueblo, y otro impecable, recién pintado. Ambos con la misma patente. 
Pero la impunidad no terminaba allí, o mejor dicho, recién empezaba. Tengamos en cuenta que estamos hablando de 1992 ó 1993. El tipo abrió el auto en buen estado, y vi lo que vi: un dispositivo extraíble bajo el asiento guardaba una ametralladora. En los bolsillos de las puertas delanteras, armas de puño y granadas. “Un loco de la guerra”. Le pregunté:
-¿Para qué tenés este auto guardado?
-Para escapar- me respondió como si tal cosa.
Se dedicaba a comprar y vender cheques, quizás robados. Solía pasear por el pueblo con su mujer, y llevaba siempre a la rastra (3 ó 4 metros por detrás, siempre detrás) “una criadita”, una nena cuya edad coincidía con la de alguno de los chicos apropiados durante la dictadura. Recuerdo que era natural de Rosario. Antes de retirarme me confió: “estuve en la custodia de Massera”. Volví a verlo en el palco oficial de un acto, junto a las autoridades municipales de entonces, menemistas de la primera hora.
En Santa Rosa sobrevive una secta a la que también habría pertenecido López Rega, y que fue estudiada por Alfredo Silletta. Son gente poderosa: tienen tierras dedicadas a la soja, escuelas y una fábrica automática de panificados.
Y basta por hoy: para blog, es demasiado largo.

NOTA PARA ALARGARLO TODAVÍA UN POCO MÁS: Y ni que hablar de los nazis de Villa General Belgrano, reales e impostores, sus descendientes, y quienes lucran con todo eso. Un auténtico paisaje de Tirl falsificado. Allí no se analiza que para los alemanes auténticos, los tiroleses eran seres inferiores. Ja

miércoles, 23 de junio de 2010

EL VIENTO DUENDE



Ada Matus, Cacho Ritro, Tito Francia. Tejada Gómez y Oscar Matus:

Greda y horizonte
violenta piel solar
viene el viento duende
por el arenal

Fuego cruza el zonda
el mapa vegetal
germinando el año
como un dios rural

Caudillo del clima
la luz lo ve bailar
loco en la pollera
de la inmensidad

Por Agosto va
la luna invernal
vamos, viento vamos
siempre habrá una flor por ahi


Viento, viento, viento
te he visto fecundar
viñas, siembra y sueños
con tu antiguo andar

Incansable duende
que por la noche va
despertando el grillo
de la soledad

El río apacible
te sabe ver pasar
rodeado de aromas
del aire he de andar

Por Agosto va
la luna invernal
vamos, viento vamos
siempre habrá una flor por ahi

(La voz me recuerda mucho a Marian Farías Gómez. Hermosa voz)

GARRÁ LO LIBRO QUE NO MUERDEN

SIN PAN Y SIN TRABAJO

De Ernesto de la Cárcova (1866-1927) sobre el mítico granero del mundo:

Óleo de grandes dimensiones ubicado cerca de la entrada del Museo de Bellas Artes (Buenos Aires, Argentina) cuya imagen estremece.

NUEVOS PARADIGMAS. HOY, LA CARA DE DIOS

En los tiempos que corren, la modernidad ha sido reemplazada -en años, que son minutos para la eternidad- por la ligera posmodernidad y esta por alguna otra cosa. Una de sus consecuencias es que no tenemos tiempo de adecuarnos a los nuevos paradigmas cuando ya son reemplazados por otros.



El pasaje de unos a otros es de por sí un paradigma: consiste en aceptar alegremente los cambios con el argumento de que somos naturalmente iconoclastas y los anteriores eran meras construcciones culturales.

La tecnología es el motor de estas transformaciones. Así, la “Máquina de Dios” ubicada en Ginebra (Suiza) logró reconstruir (tras hacerlo con el Bing Bang) el aspecto que tenía Moisés mientras conducía a su pueblo a través del desierto hacia la Tierra Prometida. Este:



A principios del siglo XX, Sigmund Freud sostuvo que Moisés era egipcio, el hijo repudiado de un noble de la Dinastía X de los faraones de su época, que solían fotografiarse de perfil.


Hoy, la ciencia aplicada nos ha demostrado que fue socio vitalicio de la Asociación del Rifle.


Estudios de la universidad de Harvard demostraron también (porque vivimos la era de las demostraciones) que Freud fue apenas un poeta del inconsciente, y que este no es otra cosa que un intercambio caótico de hormonas, sustancias químicas e impulsos eléctricos.
No es ese el único adelanto. Informaciones periodísticas nos traen la novedad de que los genomas comparados del piojo, el mono bonobo y el homo sapiens tienen diferencias mínimas, casi despreciables.

Contradiciendo a los monoteísmos, hasta hace pocas décadas, la mitad de la población creía que la cara de Dios tenía más o menos este aspecto:






Imágenes que nos llegan desde Sudáfrica la resignifican y hoy luce así:


No olvidemos, sin embargo, que vivimos una era de demostraciones, resultados y probada eficacia...
HABRÁ QUIENES PONDRÁN EL AMOR POR ENCIMA DEL RESULTADO, PERO SON LOS MENOS

martes, 22 de junio de 2010

¡PERSEGUIDA!!

TRAS LA FIESTA DEL 2-0, LA VENA ROMÁNTICA ARGENTINA

EL CANJE FUE SUPERIOR AL 60%

El canje de los holdouts ha superado el 62%, con lo cual Argentina ya ha renegociado el 90% del total de su deuda externa.
Han quedado afuera los fondos buitre, que no se bajan del 100% e insistirán en pleitear ante el juzgado de Griessa, en New York.
Entre ellos sobresale Blue Ridge, que ingresó a la Transportadora de Gas del Norte luego de comprar a bajo precio el pleito de Enron-CMS  contra Argentina en el CIADI y pretende cobrar 150 millones de dólares por un juicio que no vale un centavo.
Según el diario La Nación citado por lapolítica.online"Son muy pocos los países que aceptaron el riesgo de no pagar un laudo del CIADI: Liberia, Senegal y Congo están en esa lista negra, en la que nunca se animaron a ingresar, siquiera, la Venezuela de Hugo Chávez, ni Ecuador -este último pagó hace pocas semanas una condena-. El CIADI vela por los acuerdos de inversión firmados entre países y concentra más del 80% de los reclamos internacionales contra la Argentina, por más de U$S 17.000 millones".
Lo que La Nación esconde es que Ecuador sólo acordó pagar 5 de los 25 millones de dólares que le exigía la estadounidense Duke Oil, según informa Oil Watch.

Los fallos de este tribunal arbitral monitoreado por el Banco Mundial son tenidos en cuenta por las calificadoras de riesgo, pero no encuentran eco en los tribunales salvo que el país demandado decida un pago voluntario.
Uruguay se enfrentaría a una cuestión parecida si UPM-Botnia considera que el futuro monitoreo disminuye sus ganancias esperadas haciendo valer el Tratado Bilateral de Protección de Inversiones que firmó con Finlandia.
Argentina puede sortear con bastante facilidad estas dificultades, ya que sus reservas actuales tocan los 50 mil millones de dólares.

lunes, 21 de junio de 2010

BARILOCHE BURNING

 Leemos a Tato Contissa:

A nadie se le ocurriría pensar que la situación que describe el film Missisipi Burning / Missisipi en Llamas, fuese un caso de “inseguridad”, según los manuales mediáticos de la distorsión y el reduccionismo de este principio de siglo. Claro, en 1961, cuando ocurren los episodios de violencia en el sur estadounidense, y en 1989, cuando se estrena el film, el grupo Clarín tenía muy poca incidencia sobre los episodios.
Distinto es hoy en Bariloche, Río Negro, Argentina, cuando un caso final de escisión social provocado por un diseño económico de exclusión implantado en la dictadura, alimentado por la desidia política de 27 años de gobiernos radicales de los cuales diez fueron los arrasadores años del menemismo, tiene en la ciudad la voz siniestra del grupo Clarín en el único canal de aire y todo el sistema mediático cautivo de la economía publicitaria del modelo. Más los infelices, los ventajeros, y los fascistoides que hay en cualquier sociedad que supere los cien mil habitantes.
La práctica es la de siempre, jibarismo informativo: técnica de reducción de hechos a los moldes estereotipados que sirven para la consagración de los prejuicios sociales y raciales, criminalización de la pobreza, apelación al miedo, incitación a la violencia desde una hipócrita condena a la violencia. Nada nuevo.
Pero: algo nuevo.
Creo que esta semana, mañana a más tardar, el caso Bariloche se va a convertir en una blumergización rediviva de la amenaza de la inseguridad como consecuencia del “gobierno de mierda que tenemos a nivel nacional”.
Todos saben que el grupo está desesperado por razones que bien valen una desesperación: potencial prisión para la señora de Noble, avance sobre el caso Papel Prensa, Ley de Medios descongelada por la Corte, más los riesgos mundialistas de que la alegría no sea sólo brasilera. De manera que un caso como el caso Bariloche acomoda la piedra en el zapato de la sensibilidad nacional.
Nieva en la ciudad de los Césares como sofocaba el calor en Missisipi, pero el incordio meteorológico no puede encubrir los verdaderos dolores.
La dictadura coincide en 1976 con dos proyectos económicos montados sobre el turismo artesanal de la ciudad andina. El Cerro (Catedral) y el Lago (Nahuel Huapi) son los socavones sobre los que se montará la Industria. Parecía prometedor el “modelo de negocios”, frase noventista que sintetiza perfectamente lo que el General Suárez Mason armara con mascarones y testaferros en poco menos de tres años. Un modelo así demandaba blanquear la imagen de la ciudad. Cosa similar operaron los genocidas en las villas de la Capital Federal, como bien nos lo cuenta Eduardo Blaustein en “Prohibido vivir aquí”, operativo que significó la expulsión de 200 mil personas hacia el otro lado de la General Paz. De manera que está claro que el “mettier” tenía manuales. En Bariloche el confinamiento fue hacia el “Alto”, si bien hoy se lo ve, cerca del centro de la ciudad y fuera de los circuitos visitados por el turista. ¿Por qué fuera? Porque la vista de los aindiados desmejoraba “el producto”. ¿Por qué no lejos? Porque alguien tenía que poner las mesas, lavar los platos y hacer las camas, sacar la basura, limpiar los pisos….es decir, hacer el trabajo del servicio turístico. Hasta entonces las empresas familiares alcanzaban, pero con el “boom” industrial la proletarización era imprescindible. El quiebre coincide con una segunda ola migratoria desde los principales centros urbanos del país hacia la capital de Los Lagos. Entre 1976 y 1980 la población se duplica, y el crecimiento se hace sostenido hasta una meseta de 100 mil habitantes que puede establecerse intercensalmente entre 1985 y 1995. Bariloche se “babeliza”, un mix cultural que contiene desde pueblo originarios hasta progresismo jipón, nazismo de probeta con liberalismo conservador decimonónico hacen a un amplísimo espectro de rudimentos ideológicos. Quiero decir con esto que es y ha sido casi siempre, muy difícil hacerse entender en Bariloche. El sentimiento de pertenencia también es extraño, pero no por ello menos argentino. Con decirles que, al par de la Fiesta de la Nive que es siempre pretendidamente “ for export”, la otra fiesta popular importante es la de las colectividades Europeo- Argentinas, una fiesta en la todos se reunen para decir que vienen de otro lado, que no son de aquí.
Una sociedad así, tan a escala de la sociedad argentina, necesita fuertes redes políticas de contención, altos niveles de organización, y un modelo económico que integre, incluya y potencie materialmente lo colectivo. Adicionalmente la ciudad tiene, culturalmente, menos peronismo que la Recoleta.
Conservando el “modelo de negocios de la dictadura”, con el que la actividad económico dinámica que es el turismo sólo participa del 17 por ciento del PBI, Bariloche hace veinte años que está destinada al incendio.
Pero mañana Clarín, con sus voceros locales, dirá que este es un típico caso de inseguridad, consecuencia de la permisividad de un Gobierno Nacional garantista que tiene en el pobrerío la tropa criminal disponible para su eternización en el poder.
Como contrapartida le ofrecerán a la sociedad argentina las pócimas curativas de los Morales, Bulrich, Cobos, Carrió, es decir los funcionarios funcionales de una política que abrió la puerta del infierno que generaron los otros, la secuela menemista de Duhalde, Sola, De Narváez, Macri y aínda mais. En la provincia y en Bariloche son otros los nombres, pero el Clarín sonará igual.

DOS QUE SE BAJARON DE LA RED ENORME DE PRENSA ADICTA

Raúl Moneta, cuyo blog contiene escenas de alto voltaje, y el principal Eduardo Feinman, de quien puede verse su prontuario aquí, dirigieron sendos mail a este sitio en los que niegan pertenecer a la red enorme de prensa adicta, aunque ambos reconocen un mismo origen federal. Esto al menos los exime de crítica, con lo unitario que es el gobierno.

¿QUIÉN ES EL TOTI PASSMAN?

“Who is Steiner?”
LA CRUZ DE HIERRO. Sam Peckinpah

Me cuentan que un tal Toti Passman balbuceó una opinión por televisión. De entrada nomás, reconozco que no tenía el gusto y después de informarme un poco (guglear, le dicen ahora) seguiré no teniéndolo. Confío en que la pregunta del título caiga rápidamente en el olvido, a la par de formulada.
La riqueza del idioma es tal que permite formular una afirmación en forma de interrogante. Quo vadis, por ejemplo. La propia constitución de nuestra cultura judeocristiana es un interrogante tenido por afirmación, y me refiero a las últimas palabras que nuestra propia mitología atribuye al cristo crucificado. Nadie espera que la pregunta sea respondida: el hecho cierto es el abandono, y no cualquiera sino el del padre, condenándonos a ser y hacer, en adelante, en su nombre.
Dicen, entretanto, que estamos viviendo (o soportando) los albores de una nueva civilización. Quizás sí, quizás no. Y no es que uno pueda elegir si subirse al cambio o bajarse en la próxima estación. Sólo eligen los dioses griegos, y hasta cierto punto. En este mundo y hasta donde sé, apenas optamos. Ejemplo de ello es la famosa violencia juvenil de los 70. Tenemos aquí la cuestión de la creación: la juventud radicalizada fue una creación social popular, nacional, enteramente argentina. Se podrá decir que determinadas cuestiones (condiciones, marco, escenario) la facilitaban, pero con eso aclaramos menos. 
Tengo para mí de que, sin esa creación, el peronismo no se hubiera atrevido a desafiar a los dioses griegos. Más allá del propio Perón, el “dispositivo” consistía en unos cuantos sindicatos, CASI TODOS, cuyas conducciones tendían naturalmente a pactar con la patronal mansamente o a las patadas (¿que otra cosa puede hacer un sindicato?), y una recua de carcamanes y traidorzuelos refugiados detrás del sello partidario. Allí se optó: uno hubiera preferido sexo, drogas, rock & roll, una profesión, un oficio, escribir un libro, plantar un árbol, levantarse una casita: la realidad arrastró para otro win. 
Me fui para el lado de los tomates, pero tengo para mí que la creación social o el sujeto de cambio son cuestiones pendientes. Algo que no vamos a resolver fijándonos en lo que no tenemos que fijarnos. Es como enamoramos de la mujer equivocada, a la que insistimos en no olvidar: hay que mirar para otro lado.
O no nos hacemos las preguntas correctas.
No esperemos que 678 nos responda preguntas. Somos nosotros quienes debemos hacerlas. Y agrego: si el Gran Diario, o la prensa concentrada, marca la agenda de la oposición, que no vaya a ser que también marque nuestra propia agenda. No deberíamos crearla? Digo, porque el gobierno puede cambiar parte de la realidad, pero si no hay cambios en el seno de la sociedad, ninguna transformación se consolida.

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