lunes, 27 de mayo de 2013

LA PATRIA ES EL OTRO


-I -

Dije yo en la ciudad de la Yegua Tordilla:
"la Patria es un dolor que aún no tiene bautismo”.
Los apisonadores de adoquines me clavaron sus ojos de ultramar
y luego devoraron su pan y su cebolla
y en seguida volvieron al ritmo del pisón.

- II -

¿Con qué derecho definía yo a la Patria,
bajo un cielo en pañales
un sol que todavía no ha entrado en la leyenda?
Los apisonadores de adoquines
escupieron la palma de sus manos:
en sus ojos de allende se borraba una costa
y en sus pies forasteros ya moría una danza.
“Ellos vienen del mar y no escuchan”, me dije.
“Llegan como el otoño, repletos de semilla,
vestidos de hoja muerta.”
Yo venía del sur en caballos e idilios:
“La Patria es un dolor que aun no sabe su nombre”.

- III -

Una lanza española y un cordaje francés
riman este poema de mi sangre.
Yo también soy un hijo del otoño
Que llegó del oriente sobre la tez del agua.
Qué harían en el sur y en su empresa de toros
un cordaje perdido y una lanza en destierro?
Con la virtud erecta de la lanza
yo aprendí a gobernar los rebaños furiosos;
con el desvelo puro del cordaje
yo descubrí la Patria y su inocencia.

- IV -

La Patria era una niña de voz y pies desnudos.
Yo la vi talonear los caballos frisones
en tiempo de labranza,
o dirigir los carros graciosos del estío,
con las piernas al sol y el idioma en el aire.
(Los hombres de mi estirpe no la vieron:
sus ojos de aritmética buscaban
el tamaño y el peso de la fruta.)

- V -


La Patria era un retozo de niñez
en el Sur aventado, en la llanura
tamborileante de ganaderías.
Yo la vi junto al fuego de las hierras:
estampaba su risa en los novillos;
junto al universo de los esquiladores,
cosechando el vellón en las ovejas
y la copla en las dulces guitarras de septiembre.
(No la vieron los hombres de mi clan:
sus ojos verticales se perdían
en las cotizaciones del Mercado de Lanas)

- VI -

Yo vi la Patria en el amanecer
que abrían los reseros con la llave
mugiente de las tropas.
La vi en el mediodía tostado como un pan,
entre los domadores que soltaban y ataban
el nudo de la furia en sus potrillos.
La vi junto a los pozos del agua o del amor,
¡niña y trazando el orbe de sus juegos!
Y la vi en el regazo de las noches australes,
dormida y con los pechos no brotados aún.

- VII -

Por eso desbordé yo mi copa de tierra
y un cachorro del viento pareció mi lenguaje.
Por eso no he logrado todavía
sacarme de los hombros este collar de frutas,
ni poner en olvido aquel piafante
cinturón de caballos
ni esta delicia en armas que recogí en Maipú.

- VIII -

Guardosos de semilla, vestidos de hoja muerta,
los hombres de mi clan ignoraron la Patria.
Con el temblor sin sueño del cordaje
la descubrí yo solo allá en Maipú.
Y, de pronto, en el mismo corazón de mi júbilo,
sentí yo la piedad que se alarmaba
y el miedo que nacía.
“La Patria es un temor que ha despertado”,
me dije yo en el Sur y en su empresa de toros.
"Niña, y pintando el orbe de su infancia,
en su mano derecha reposa la del ángel
y en su izquierda la mano tentadora del viento.”

- XI -

Tal fue la enunciación, el derecho y la pena
que traje a la Ciudad de la Yegua Tordilla.
Y así les hablé yo a los inventores
de la ciudad plantada junto al río
y a sus ensimismados arquitectos
o a sus frutales hombres de negocio.
“La Patria es un dolor en el umbral,
un pimpollo terrible y un miedo que nos busca:
no dormirán los ojos que la mires,
no dormirán ya ell sueño de los bueyes”.
(Los apisonadores de adoquines
masticaban su pan y su cebolla.)

- X -

Y así les hablé yo a los albañiles:
“La Patria es un peligro que florece:
niña y tentada por su hermoso viento,
necesario es vestirla con metales de guerra
y calzarla de acero para el baile
del laurel y la muerte”.
(Los albañiles, desde sus andamios
hacían descender cautelosas plomadas.)

- XI -

Y dije todavía en la Ciudad,bajo el caliente sol de los herreros:
“No sólo hay que forjar el riñón de la Patria,
sus costillas de barro, su frente de hormigón:
es urgente poblar su costado de Arriba,
soplarle en la nariz el ciclón de los dioses
la Patria debe ser una provincia
de la tierra y el cielo”.

- XII -

Me clavaron sus ojos en ausencia
los amontonadores de ladrillos.
Los abismados hombres de negocio
Medían en pulgadas la madera del norte.
Nadie oyó mis palabras, y era justo:
Yo venía del Sur en caballos y églogas.

-XIII -

Y descubrí en mi alma: “Todavía no es tiempo:
No es el año ni el siglo ni la edad.
La niñez de la Patria jugará todavía
mas allá de tu muerte y la de todos
los herreros que truenan junto al río.”

- XIV -

La Patria no ha de ser para nosotros
una madre de pechos reventones;
ni tampoco una hermana paralela en el tiempo
de la flor y la fruta;
ni siquiera una novia que nos pide la sangre
de un clavel o una herida.

- XV -

Yo la vi talonear los caballos australes,
niña y pintando el orbe de sus juegos.
La Patria no ha de ser para nosotros
nada más que una hija y un miedo inevitable,
es un dolor que se lleva en el costado
sin palabra ni grito.

- XVI -

Por eso, nunca más
hablaré de la Patria. 

Descubrimiento de la Patria. Leopoldo Marechal


domingo, 26 de mayo de 2013

QUIEREN CASTIGAR A ARGENTINA POR LA DÉKADA GANADA

Una tal Cámara de Comercio Internacional con sede en París, prima carnal del CIADI, acaba de condenar al gobierno argentino por el perjuicio que habría causado el incumplimiento de contratos firmados por el Estado con dos multinacionales, una de ellas relacionada con Techint y Total, el grupo francés también domiciliado en París, como el tribunal. 
Esos contratos caducaron en 2009.
Es una cámara de comercio, como si dijéramos "La Cámara Argentina del Preservativo de Colores", aunque el diario La Nación, pomposamente, la denomina "tribunal internacional".
La condena es por las dudas. No establece montos pero sí condena a priori al Gobierno Nacional... por priorizar el mercado interno.

Se repite así, por enésima vez, un hecho que ya relataba Arturo Jauretche: el del tano (o turco) almacenero que siempre incluía en la deuda mensual de un paisano el rubro “per si cola”, por si cuela, por si no se da cuenta, por las dudas, y que se refería, obviamente, a una deuda inexistente que el tano agregaba como interés usurario. 
La lista que recuerda Jauretche, o imagino yo, era más o menos así: 2 kilos de yerba, 20 pesos; 1 kilo de azúcar, 9 pesos; un par de alpargatas talle 9, 11 pesos; tres kilos de pulpa, 42 pesos; 1 per si cola, 18 pesos; 6 kilos de papas... y así.

La Nación de hoy titula la noticia con una mentira doble o triple: Un tribunal internacional falló contra YPF en un juicio millonario. Coincidiendo con la celebración del 25 de mayo. 
En primer lugar. el tal tribunal no es una corte de justicia sino una cámara arbitral de inversionistas en la que una sola parte tiene voz y voto: la de los inversionistas.
En segundo lugar, se refiere a hechos sucedidos en 2009, cuando YPF era una sigla de fantasía propiedad de la española Repsol, la que argumentó en su defensa (ante la cámara arbitral) que el demoníaco Gobierno Nacional le impedía vender gas al exterior (gas argentino extraído de territorio argentino y transportado a Chile por los dos gasoductos argentinos construidos por Menem-Cavallo para desarrollar la industria chilena) a fin de dar prioridad al consumidor argentino.  Un título más verosímil sería: Una cámara arbitral falló contra Repsol.
En tercer lugar, amigo mío, y aunque los ex-secretarios de energía digan otra cosa, se trata de dos gasoductos construidos durante el menemismo en territorio argentino para desarrollar la industria chilena, que procesaba el gas y lo reintroducía en Argentina como producto de origen chileno: ¡vaya ladrones de gallinas! ¿Usted sabía, por ejemplo, que parte del excelente vino chileno que se exhibe en las góndolas europeas en realidad se produce en Mendoza?
En algo tiene razón La Nación: la amenaza de juicio es millonaria.
La cámara arbitral falla contra el gobierno nacional argentino por defender al consumidor argentino: cosa de locos.
Todavía como empresa española, YPF-Repsol se defendía argumentando que “antes de la finalización del contrato de exportación de gas natural, AES terminó voluntariamente la totalidad de sus contratos de compra de energía a largo plazo".
Es decir, no hay un perjuicio financiero real contra las arcas de AES y Transportadora del Mercosur-Techint (las dos empresas beneficiadas) sino una cuestión de principios: priorizar el mercado interno en menoscabo del negocio global y el libre mercado. Eso es malo.
En esta primera etapa, la cámara arbitral castigó per si cola; en la segunda, establecerá el monto que habrían perdido las empresas.
La cámara arbitral está presidida por la abogada suiza Gabrielle Kauffmann-Kohler, ex integrante del consejo directivo de la Unión de Bancos Suizos, cuyo representante en Argentina por muchos años fue Roberto Alemann, quien además, sin tomarse licencia como tal, solía ser designado secretario de hacienda o ministro de economía en cuanto gobierno con proscripción peronista o dictatorial surgiera en la Argentina de las décadas perdidas. 

Oia: la suiza Gabrielle Kauffmann etc. es especialista en arbitraje como nuestra Gabriela Michetti. ¡Que bárbaro, che! Coincidencia, no?

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