martes, 7 de junio de 2016

DESCOLGAR CUADROS Y OTRO CANALLA QUE PIDE DISCULPAS

NESTOR Y MAURICIO Y EL ACTO DE DESCOLGAR CUADROS Y PEDIR DISCULPAS

                                               Por: Eduardo Di Cola*


Un abismo en la diferencia de sentido para una misma acción. Una inconmensurable distancia entre el significado de dos actitudes iguales. Un simple acto, tan sencillo como es el de descolgar un cuadro puede poner en evidencia la filosofía de una gestión de gobierno, con más contundencia que una decisión de fuerte contenido económico. Los dos en su tiempo, Kirchner y Macri, uno descolgando el cuadro del genocida Videla y el otro removiendo del despacho presidencial los de San Martín y Belgrano, resultan más que suficiente para entender las diferencias y lo que nos está pasando. No es una casualidad y mucho menos se trata de actitudes divorciadas de lo que sustancialmente cada uno piensa.
El presidente Kirchner con Juan Carlos Livraga, sobreviviente del fusilamiento de José León Suárez en 1956.

La historia se repite. Ayer con los cuadros, hoy con el pedido de disculpas. De ahí que no deba extrañarnos la actitud del Ministro Prat Gay en España disculpándose en nuestro nombre ante quienes nos saquearon, los mismos que están presos en su propio país por haber cometido delitos similares.
De nuevo, una misma y simple actitud que surge como gesto de buena educación y en principio inocua, marca una sustancial diferencia en lo esencial. Cuando Néstor Kirchner pidió disculpas lo hizo en nombre del Estado por las atrocidades cometidas en contra de sus propios ciudadanos. Los dos apelaron a las disculpas, pero ¡Que distancia en su significación!.
Si estuviéramos frente al desafío de definir a la actual gestión en unas pocas palabras, nos bastaría con simplemente comentar que es el gobierno que se disculpó ante España y cuyo Presidente retiró de su despacho los cuadros de San Martín y Belgrano. Todo lo demás, lo económico, cultural, político y social, es su lógica consecuencia. 
Cuando Hipólito Yrigoyen ganó las elecciones, fue entrevistado por el Embajador inglés para recordarle la costumbre de los presidentes argentinos de consultarlo para las designaciones en su gabinete. Yrigoyen le respondió notificándole que esa costumbre con él había terminado. Cuando asume, el embajador insiste pidiéndole una entrevista, y para que no quedaran dudas de cual era la decisión, Yrigoyen acondicionó la sala de espera de tal forma, que el embajador tuvo que aguardar ser atendido sentado de frente a un cuadro que mostraba al comandante ingles William Beresford derrotado en la primera de las invasiones inglesas. También en este caso la mera anécdota de un cuadro es suficiente para comprender y definir la orientación de un gobierno como fue el de Don Hipólito.

                                  * Ex Diputado Nacional

lunes, 6 de junio de 2016

UN ATORRANTE EN LA CUERDA FLOJA



Según la ley, debía convocar una audiencia pública anterior al tarifazo. No lo hizo.
Es accionista de la Royal Dutch Shell con sede en Holanda (para decirlo de otra manera, está en ambos lados del mostrador).

Éticamente, no debió aceptar el cargo de ministro de Energía. ¿Pero qué es la ética? ¿La ética de quién?

Con el gobierno anterior, el gas faltante se adquiría a Bolivia a 3 dólares el millón de btu. Aranguren decidió comprárselo a una subsidiaria chilena de Shell a 7 dólares. Entretanto, la producción de petróleo y gas boliviano está estatizada.
Quizás mañana nos enteremos que también es súbdito holandés, con lo cual un ministro del gobierno argentino reportaría a la reina Máxima y a su real marido.
Una curiosidad idiomática: en idioma holandés (una variante de alemán), dutch significa holandés y deustch significa alemán.
¿Para que más? El tarifazo es más que suficiente.

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