lunes, 6 de junio de 2016

UN ATORRANTE EN LA CUERDA FLOJA



Según la ley, debía convocar una audiencia pública anterior al tarifazo. No lo hizo.
Es accionista de la Royal Dutch Shell con sede en Holanda (para decirlo de otra manera, está en ambos lados del mostrador).

Éticamente, no debió aceptar el cargo de ministro de Energía. ¿Pero qué es la ética? ¿La ética de quién?

Con el gobierno anterior, el gas faltante se adquiría a Bolivia a 3 dólares el millón de btu. Aranguren decidió comprárselo a una subsidiaria chilena de Shell a 7 dólares. Entretanto, la producción de petróleo y gas boliviano está estatizada.
Quizás mañana nos enteremos que también es súbdito holandés, con lo cual un ministro del gobierno argentino reportaría a la reina Máxima y a su real marido.
Una curiosidad idiomática: en idioma holandés (una variante de alemán), dutch significa holandés y deustch significa alemán.
¿Para que más? El tarifazo es más que suficiente.

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