Una tal Cámara de Comercio Internacional con sede en París, prima
carnal del CIADI, acaba de condenar al gobierno argentino por el perjuicio que
habría causado el incumplimiento de contratos firmados por el Estado con dos multinacionales, una de ellas relacionada con Techint y Total, el grupo
francés también domiciliado en París, como el tribunal.
Esos contratos caducaron en
2009.
Es una cámara de comercio, como si dijéramos "La Cámara Argentina del Preservativo de Colores", aunque el diario La Nación, pomposamente, la denomina "tribunal internacional".
La condena es por las dudas. No establece montos pero sí condena a priori al Gobierno Nacional... por priorizar el mercado interno.
Es una cámara de comercio, como si dijéramos "La Cámara Argentina del Preservativo de Colores", aunque el diario La Nación, pomposamente, la denomina "tribunal internacional".
La condena es por las dudas. No establece montos pero sí condena a priori al Gobierno Nacional... por priorizar el mercado interno.
Se repite así, por enésima vez, un hecho que ya relataba Arturo Jauretche: el del tano (o turco) almacenero que siempre incluía en la deuda mensual de un paisano el rubro “per si cola”, por si cuela, por si no se da cuenta, por las dudas, y que se refería, obviamente, a una deuda inexistente que el tano agregaba como interés usurario.
La lista que recuerda Jauretche, o imagino yo, era más o menos así: 2 kilos de yerba, 20 pesos; 1 kilo de azúcar, 9 pesos; un par de alpargatas talle 9, 11 pesos; tres kilos de pulpa, 42 pesos; 1 per si cola, 18 pesos; 6 kilos de papas... y así.
La Nación de hoy titula la noticia con una mentira doble o triple: Un tribunal internacional falló contra YPF en un juicio millonario. Coincidiendo con la celebración del 25 de mayo.
En primer lugar. el tal tribunal no es una corte de justicia sino una cámara arbitral de inversionistas en la que una sola parte tiene voz y voto: la de los inversionistas.
En segundo lugar, se refiere a hechos sucedidos en 2009,
cuando YPF era una sigla de fantasía propiedad de la española Repsol, la que
argumentó en su defensa (ante la cámara arbitral) que el demoníaco Gobierno
Nacional le impedía vender gas al exterior (gas argentino extraído de
territorio argentino y transportado a Chile por los dos gasoductos argentinos
construidos por Menem-Cavallo para desarrollar la industria chilena) a fin de dar
prioridad al consumidor argentino. Un título más verosímil sería: Una cámara arbitral falló contra Repsol.
En tercer lugar, amigo mío, y aunque los ex-secretarios de
energía digan otra cosa, se trata de dos gasoductos construidos durante el
menemismo en territorio argentino para
desarrollar la industria chilena, que procesaba el gas y lo reintroducía en
Argentina como producto de origen chileno: ¡vaya ladrones de gallinas!
¿Usted sabía, por ejemplo, que parte del excelente vino chileno que se exhibe
en las góndolas europeas en realidad se produce en Mendoza?
En algo tiene razón La Nación: la amenaza de juicio es
millonaria.
La cámara arbitral falla contra el gobierno nacional
argentino por defender al consumidor argentino: cosa de locos.
Todavía como empresa española, YPF-Repsol se defendía
argumentando que “antes de la
finalización del contrato de exportación de gas natural, AES terminó voluntariamente
la totalidad de sus contratos de compra de energía a largo plazo".
Es decir, no hay un perjuicio financiero real contra
las arcas de AES y Transportadora del Mercosur-Techint (las dos empresas beneficiadas) sino una
cuestión de principios: priorizar el mercado interno en menoscabo del negocio
global y el libre mercado. Eso es malo.
En esta primera etapa, la cámara arbitral castigó per si
cola; en la segunda, establecerá el monto que habrían perdido las
empresas.
La
cámara arbitral está presidida por la abogada suiza Gabrielle Kauffmann-Kohler, ex
integrante del consejo directivo de la Unión de Bancos Suizos, cuyo
representante en Argentina por muchos años fue Roberto Alemann, quien además,
sin tomarse licencia como tal, solía ser designado secretario de hacienda o
ministro de economía en cuanto gobierno con proscripción peronista o dictatorial surgiera
en la Argentina de las décadas perdidas. Oia: la suiza Gabrielle Kauffmann etc. es especialista en arbitraje como nuestra Gabriela Michetti. ¡Que bárbaro, che! Coincidencia, no?
1 comentario:
qué aburrimiento don jorge produce esta gentuza... resulta divertido pensar que la fecha de ayer conmemora un ennnoooorme "incumplimiento de contrato",
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