La
American Task Force Argentina, con esas resonancias bélicas y también represivas, de la época de la represión ilegal, es precisamente eso aunque formalmente no recurre a las armas. Es un
lobby de fondos-buitre, los que frecuentemente recurren al juez Griessa de Estados Unidos para embargar activos argentinos en el exterior.
Pero no solo fondos-buitre: también hold-outs locales, tenedores "argentinos" de deuda externa que no aceptaron las condiciones impuestas en 2005 por Néstor Kirchner.
El enemigo duro.
Es curioso: el lenguaje financiero se toca con el eufemismo tecnocrático. En los 90, el Banco Mundial trajo la moda de las
Unidades Ejecutoras. Para los argentinos que vivimos la dictadura cívico-militar, una Unidad Ejecutora era uno de esos grupos que ejecutaban gente, como por ejemplo el del capitán Pernía ejecutando en la zona norte al abogado Miguel Tobías Padilla por orden de Masera, y a cuenta de Martínez de Hoz. Pero es doblemente curioso porque hoy mismo, Ferrobaires se denomina en realidad
Unidad Ejecutora del Plan Ferroviario Provincial (UEPFP), el proyecto de ferrocarril africano diseñado por el Banco Mundial para una Argentina que se destruyó a sí misma.
La ATFA, o American Task Force, o Grupo de Tareas, tiene su página, a la que se puede ingresar por
aquí.
Sus objetivos están claros y los explica
aquí:
El Grupo de Tareas Estadounidense para Argentina (ATFA, por sus siglas en inglés) es una alianza de individuos y organizaciones unidos para una conciliación justa y equitativa del incumplimiento de pago y la reestructuración de la deuda soberana del gobierno argentino.
En el año 2001, el gobierno de Argentina inició el incumplimiento de pago de la deuda soberana más grande en la historia del mercado de crédito. El incumplimiento de pago trajo enormes repercusiones negativas para los tenedores de bonos, los gobiernos, las actividades comerciales y los contribuyentes en América y alrededor del mundo. El proceder del gobierno argentino con relación al incumplimiento de pago no sólo atormentó a los mercados internacionales y a los inversionistas, sino que
violó la ley estadounidense.
Uno puede preguntarse qué carajo tiene que ver la ley estadounidense con la deuda externa argentina. Es una larga historia, uno de cuyos antecedentes es un embargo de aviones de Aerolíneas Argentinas en 1982. Pero para no hacerlo largo: la constitución de 1994 reconoce la jurisdicción soberana de tribunales extranjeros sobre la ley argentina.
Y como si esto fuera poco, la ATFA, o American Task Force, o Grupo de Tareas Argentina, reproduce en su página una nota completa de "El Cronista", el diario del filántropo colombiano Francisco de Narváez, que coincide plenamente, el filántropo, con la American Task Force. Leemos en la nota en cuestión, publicada el 23 de julio de 2010:
El clima externo continúa acercando al país a la posibilidad de salir en las próximas semanas con la emisión de un bono a nivel internacional. Ayer fue una jornada francamente positiva tanto para los mercados de los Estados Unidos como de Europa, y este impulso alcista –apuntalado por el repunte del petróleo– terminó de configurar otra jornada de subas para los bonos argentinos. En particular el Global 2017 –el título que el Ministerio de Economía planea colocar afuera– subió otro escalón y como consecuencia de ello, su tasa descendió hasta el 10,4%. De esta forma, se encuentra a sólo 40 puntos básicos del objetivo de un dígito que la Secretaría de Finanzas, a cargo de Hernán Lorenzino, se autoimpuso como condición para contemplar la emisión de un bono en el exterior. "Es sumamente difícil encontrar en el mundo activos que ofrezcan tan atractivas relaciones riesgo-retorno, especialmente cuando las tasas son muy bajas y además la solvencia de muchos soberanos está incluso puesta en duda ante los elevados déficits fiscales y endeudamientos. El alto apetito por rendimientos, aún con la elevada volatilidad externa vigente, junto a una macro doméstica que sigue sumando señales alentadoras, coloca cada vez más cerca la posibilidad de abrir una ventana para retornar a los mercados internacionales, tal como se observa a través del Global 2017 que se ubica a 40 puntos básicos de la tasa de un dígito", señaló en su informe diario el Estudio Ber. Por otra parte, ayer fuentes oficiales citadas por la agencia Reuters aseguraron que esperan iniciar este año negociaciones formales con el Club de París para regularizar la deuda en default que se mantiene con este organismo por u$s 6.500 millones. En el Gobierno esperan que a partir de estas tratativas se reabran fuentes de financiamiento para el país. Hoy los principales bancos públicos y agencias de inversión de los países que integran el Club de París están impedidos de prestarle a la Argentina. Por caso, las últimas dos centrales termoeléctricas del país se construyeron con fondos aportados por algunas de estas agencias, como Eximbank de Alemania y el Japan Bank for International Cooperation (JBIC). "Vamos a reestructurar la deuda del Club de París en la medida en que sea beneficiosa para Argentina, que sea una solución para los acreedores pero que también le otorgue un beneficio a la Argentina", dijo la fuente citada por Reuters. Aunque advirtió que aún es muy temprano para definir cuál será la fuente de financiamiento para esos pagos. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner había anunciado que cancelaría con reservas los compromisos con el Club de París en 2008, pero el plan se frenó cuando se desató la crisis internacional.
De Narváez, el pollo justicialista: Flor de relosssssss!!!!
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1 comentario:
Siguen tratando que la moda de andar con los pantalones por los tobillos no pase de moda.Que lindura.
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