Moyano, Venegas, etc., se reivindican “peronistas”, ¿pero cantar la marchita te
convierte en peronista?
Micheli no podría hacerlo sin caer en el ridículo con sus
eventuales “bases”. Recordemos esa acordada de los Supremos en
favor de la “diversidad” gremial que el sector de Micheli aplaudió a rabiar. La
acordada reconocía la existencia, dentro del movimiento obrero organizado de un sector no-peronista o acaso
antiperonista.
Pero el significante “movimiento obrero organizado” no es el mismo en 1952, en 1955, en
1969 y en 2013. Y el sector de Micheli tiene una dudosa legitimidad, ya que
perdió las elecciones en su distrito. Venegas pertenece a un gremio privilegiado (curioso, los peones rurales que trabajaban "de sol a sol", minga de ocho horas y descanso dominical) que a la par conserva los más altos índices de trabajo en negro (“informalidad”
es un eufemismo) y Moyano simplemente perdió el rumbo.
Así como se van sucediendo las etapas históricas, el rol de
sus actores se modifica, estos desaparecen o se convierten en otra cosa, y así.
Hablamos entonces de la construcción de un sujeto histórico,
histórico en tanto y en cuanto se modifica en el tiempo de acuerdo al papel
real que vaya teniendo en las distintas etapas.
La “diversidad”, como cualquier otra cosa, no es un valor en
sí mismo, no es un absoluto, aunque hoy se lo reivindique como tal. ¿Cuál es el
límite de lo diverso sino la pura individualidad, toda vez que todos somos
distintos? ¿Pero acaso no somos también iguales ante la ley?
¿Cómo se mide la tensión existente entre la pertenencia a
una nación como proyecto común con las múltiples y acaso antagónicas ideas de
nación que contiene? Así, por ejemplo, ¿es posible que los privilegios
(sociales, económicos, etc.) sean tomados como legítimos derechos adquiridos o
derechos naturales?
Si somos iguales (ante la ley) pero socialmente diversos,
distintos, diferentes, ¿en qué lugar encontramos el término de unidad?
En la necesidad. Allí donde hay una necesidad, surge un
derecho.
Así, cuesta creer que la “colimba” haya tenido aspectos
positivos alguna vez. Sin embargo los tuvo, porque antes de ser esa escuela de degradación
humana que terminó siendo, sirvió para integrar a la “civilización” a miles de
pibes que jamás habían visto un médico, conocido un ambiente aséptico, comido
un bife o asistido a una clase de alfabetización.
Es decir, la “inclusión” es un tema pendiente de la
Argentina desde su propio nacimiento como nación no-inclusiva, no se descubrió
ahora.
La “patria” de Mitre era sólo y exclusivamente la del sector de los comerciantes ligados al puerto de Buenos Aires en la importación-exportación. Roca “nacionalizó” a ese sector, unificó a los comerciantes de todo el país ligados al puerto. El “resto” quedaba afuera. Por eso se fueron hundiendo periódicamente las llamadas economías regionales.
La “patria” de Mitre era sólo y exclusivamente la del sector de los comerciantes ligados al puerto de Buenos Aires en la importación-exportación. Roca “nacionalizó” a ese sector, unificó a los comerciantes de todo el país ligados al puerto. El “resto” quedaba afuera. Por eso se fueron hundiendo periódicamente las llamadas economías regionales.
Y la inclusión es el EJE de lo peronista en su rol
histórico: un peronismo que no incluye socialmente será cualquier cosa, pero seguramente
no es peronismo. Podría decirse que está es su propia naturaleza, su sustancia,
ya que de allí proviene su permanencia y continuidad: de otro modo, habría
desaparecido sin pena ni gloria.
Hay un costado de “diversidad” en esta cuestión, pero por
favor, es imposible reivindicar “lo diverso” y “lo originario” sin los
beneficios de “la civilización”.
Algo así sucede, sobre todo durante las vacaciones, cuando
todo rancho lleno de pulgas, vinchucas, roedores, moscas y mosquitos
transmisores de enfermedades incurables y endémicas, es tomado por los turistas
como ejemplo de “diversidad”, sin advertir, tales turistas, que a esos lugares
no llegaron tales beneficios.
¡Que hermosa, que gratificante a nuestros ojos viajeros esa
miseria ajena para fotografiarla como espectador y volver rapidito a la
civilización, que será insegura pero al menos ofrece cierto confort siempre
preferible al piso de tierra, al techo con goteras y a las paredes de adobe
plagadas de vectores trasmisores del Mal de Chagas-Mazza!
Sin embargo, también allá hay inseguridad.
Una se refiere a la legítima posesión de bienes propios; la
otra, a la imposibilidad de acceder a ellos, pero en términos absolutos, porque
en un caso hablamos de nuevas necesidades (no hay día en el que no se cree una nueva), y en el otro de necesidades básicas:
el acceso a la salud, la vivienda, la educación, etc., y a todo ello le
agregamos lo sustantivo: que sean públicas y gratuitas, aspectos que algunos
consideran un privilegio inadmisible desde su individualidad privilegiada.
Y así, lo “originario” no es la recuperación de una lengua muerta, de una costumbre pintoresca o un culto religioso que apenas (o nada) entendemos: significar lo originario desvinculado de las relaciones de propiedad de la tierra comunitaria que se laborea es bastante parecido a un acto masturbatorio típico de vecinos sensibles de las grandes ciudades que no entienden un pomo.
Unos cuantos, pocos o muchísimos, no compartirán estos
conceptos, porque a esta somera explicación le faltan todavía unos cuantos
acordes: si es así, ¿por que Perón optó por la derecha y no por la izquierda en
su retorno? Si uno a “derecha” le agrega “reaccionaria” y calificara a la
“izquierda” como “liberadora”, ¿dormiremos más tranquilos con la certeza de
haber estado en los 60/70 del lado correcto, el de (por supuesto) la
“liberación”?
¿Qué significaba en 1955 ser “columna vertebral” y qué
significa hoy, si es que significa algo teniendo en cuenta, por ejemplo, que
los sindicatos no representan, ni quieren hacerlo, al 40 ó 50% de trabajadores
en negro? Por demás, una cosa es ser “columna vertebral” de un Todo, y otra muy
distinta arrogarse la representación
total de ese todo.
¿Por qué, en definitiva, Perón optó por lo “reaccionario”
descartando (y enfrentando a lo “liberador? ¿Eso sigue importando hoy fuera de
lo histórico?
Esos interrogantes, creo, todavía no están suficientemente
elucidados. Y pueden y deben abordarse con calma y (si se quiere) cierta paz.
Hay una multitud de temas nacionales en este estado de indefinición, porque entre todas las
batallas, la de la significación es de las más importantes.
Por ejemplo, cuando se reivindica “lo originario” divorciado de las relaciones de propiedad
de la tierra que ocupan los pueblos para vivir de acuerdo a sus costumbres ancestrales.
Sólo se requiere ver un poco de CNN: este tema ni siquiera se esboza en sus
noticias.
El pintoresquismo vs lo real real. Estamos en el horno si comparamos a Ho Chi Minh con San Martín.
El daño (a la credibilidad, cuando no a la veracidad) es
instantáneo e inmediato, y no alcanza
que esperemos a las 21 hs para, eventualmente, esbozar otra significación.
Es como cuando en el sentido común dominante repetimos como
loros achispados que si se usara “la
plata del Anses” para pagar jubilaciones, viviríamos el mejor de los mundos. En
rigor, el giro del Anses (lo que se recauda mensualmente) sólo alcanza para pagar jubilaciones miserables, y si
distribuimos además su cartera o fondo de capitalización para subirlas artificialmente,
en poco tiempo se acabarían los recursos y cobraríamos $ 0. Discutir cómo se
conforman las jubilaciones (“la plata del Anses” mas recursos de otro origen) es
otra discusión. Por demás, se necesitan entre 4 y 5 trabajadores activos para pagar una jubilación razonable. y aquí aportan menos de dos. Un ministro japonés propuso, por eso mismo, matar a los jubilados para reducir el consumo: subió la expectativa de vida.
Seamos libres que lo
demás no importa nada, o andemos en pelotas como nuestros amigos los indios...
Dicen que todo tiene que ver con todo.
2 comentarios:
No, claramente cantar la marcha y armar actos con fotos de Perón y de Evita de fondo no te convierte en peronista (si haste el HDP de Cavallo la llegó a cantar, modificando la parte que dice "combatiendo al capital"). El peronismo no se declama, se practica. Y lo que practican muchos que dicen ser "peronistas" no tiene nada que ver con la esencia del peronismo, que es el nacionalismo con justicia social, la igualdad de oportunidades, el rol del Estado como regulador de la economía para ponerla al servicio del pueblo.
Los tipos como Venegas, Barrionuevo, Moyano, Me*em, Duhalde, Massa, Cariglino, Solá, Dromi, Manzano, De Narváez (y muchos otros más, que ahora no me vienen a la mente), no son peronistas, sino que son los responsables de que muchas pero muchas personas consideren que el peronismo es lo peor que le pasó al país. Son los responsables de que gran parte del pueblo se haya alejado de la participación política y haya incorporado a su accionar cotidiano "el salvese quien pueda".
muy bueno jorge. ahora, tedascuen que los socialistas no se hacen esas preguntas; si se las hicieran , otra que suicidio en masa; socialistas que nuncanuncanunca piensan en como llegar al socialismo
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