Como puede verse aquí, una jueza indagará a cuatro
ex-ejecutivos de Ford Motor Argentina S.A. por su responsabilidad en los secuestros
y tormentos que sufrieron 25 ex-delegados durante la dictadura.
Casos similares se investigan (con avances y retrocesos en
distintos estrados judiciales) sobre otras empresas como Techint (Propulsora
Siderúrgica, Cometarsa, Dálmine-Siderca), Acindar S.A., etc.
El emblemático, en
todo caso, señala a Carlos Pedro Blaquier Estrugamou por el Grupo Ledesma.
Para el derecho argentino las responsabilidades penales se
refieren a individuos y no a empresas, y esa limitación será beneficiosa para
las grandes compañías que operan en el país en lo que hace a castigar su papel
en gobiernos dictatoriales, al contrario de lo que sucede en Europa y EEUU, de
quienes solemos copiar lo que nos perjudica.
Empresas de origen alemán que habían utilizado mano de obra
esclava durante la Segunda Guerra (casos BMW o I.G. Farben) fueron condenadas a
pagar resarcimientos a las víctimas y sus descendientes.
Lo razonable indica que los ex-gerentes, de Ford en este
caso, no actuaron individualmente, por decisión personal, sino siguiendo o interpretando
la política de la empresa.
Teniendo en cuenta las señaladas limitaciones del
derecho penal argentino, es plausible afirmar que hubo “complicidad civil”,
pero la pura verdad es que las grandes empresas en aquel entonces nucleadas en
APEGE, CEA y G8 se aliaron con las fuerzas armadas para producir el golpe de
estado y luego aplicar la fuerza del Estado terrorista en propio beneficio. El
bloque de poder (terratenientes, entidades bancarias, empresas industriales
dependientes del Estado y grandes compañías multinacionales) confluyó en una
misma política, con hegemonía del sector financiero.
Por eso insistimos que, en aquellos años, una visión
incorrecta de la realidad llevó a los grupos armados a golpear al gobierno
constitucional tomado como enemigo principal, con lo cual de hecho terminaron siendo funcionales al poder real.
El discurso delirante de Mario Eduardo Firmenich en la película "Resistir" (que puede verse en el canal INCAA TV) es prueba de ello.
El cine nacional nos ha aportado otros mamotretos inaguantables como "Después del silencio" y "Los torturados", ambas del 1956, donde se lucen actores que a la vez fueron comandos civiles, como Arturo García Buhr.
El discurso delirante de Mario Eduardo Firmenich en la película "Resistir" (que puede verse en el canal INCAA TV) es prueba de ello.
El cine nacional nos ha aportado otros mamotretos inaguantables como "Después del silencio" y "Los torturados", ambas del 1956, donde se lucen actores que a la vez fueron comandos civiles, como Arturo García Buhr.
2 comentarios:
Espero que sigan los que fueron secuestrados en dependencias oficiales, como en el Banco Provincia, del cual se llevaron de su sede central a personas que fueron desaparecidas. una de ellas arrebatada desde la propia linea de cajas.
El presidente Roberto Bullrich y el Gerente General y el Jefe de seguridad no podian no saber lo que pasaba
Es cierto, sin dejar de lado que pueden haber concedido créditos para negocios sucios de la dictadura y haber sido cómplices, por qué no, en el robo de obras de arte-
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