miércoles, 5 de diciembre de 2012

POR QUÉ EL FUERO CIVIL Y COMERCIAL

En el siguiente texto del pensador norteamericano conservador John Rawls (El Liberalismo económico, Fondo de Cultura Económica, 1993) se explica por qué el tema Clarín fondeó en el fuero civil y comercial y no en el contencioso administrativo:

“la relación de los individuos con el Estado es como su relación con cualquier corporación privada con la que hayan celebrado un acuerdo. Así, el acatamiento político se interpreta como una obligación contractual privada con una gran empresa monopólica exitosa, el Estado, que es la agencia de protección que domina en esa sociedad. En general no hay una ley pública uniforme que se aplique igualmente a todas las personas, sino una red de acuerdos privados; estos procedimientos pueden diferir de cliente en cliente según los regateos que haya logrado hacer con la agencia dominante” 


Lo mencionó hoy el ministro Alak: el primer fuero trata sobre derecho privado (como por ejemplo, contratos) y el segundo sobre derecho público, toda vez que la de Medios es una ley de orden público. Para Clarín, el Estado Nacional se relaciona con las corporaciones por acuerdos privados que pueden diferir de cliente en cliente según los regateos que haya logrado hacer con la agencia dominante”, es decir el Estado. 

Podemos ver entonces hasta qué punto el pensamiento neoliberal-conservador sigue influyendo decisivamente en la constitución del poder en Argentina.


El filósofo francés Pierre Rosanvallon opinó recientemente, en una visita a la Argentina, que el pensamiento de Rawls se inscribe en términos de "una filosofía de las desigualdades aceptables mientras esas desigualdades estén articuladas en torno del mérito, de la acción del individuo. Ese no es el modelo de la buena sociedad. El modelo de la buena sociedad no es la meritocracia. El buen modelo es el de la sociedad de los iguales entendida en el sentido de una sociedad de relación entre los individuos, una relación fundada sobre la igualdad. Tenemos la impresión de que la noción de igualdad de posibilidades, sobre todo si la definimos de forma radical, puede ser una visión de izquierda. Todo el combate político se juega entre la definición mínima y la definición radical de la idea de igualdad de posibilidades. Yo digo que hay que desconfiar de esa idea de la igualdad de posibilidades, porque si vamos hasta el final de ella terminamos por justificar las desigualdades y también justificamos la falta de reacción contra las desigualdades mientras esas desigualdades hayan sido legitimadas".
La legitimación de la desigualdad, para Clarín, estriba en manejar el negocio de las cautelares como una herramienta más de sostén de su posición dominante de mercado tanto como constructor de sentido común dominante seudoprogresista donde se legitiman día a día esas desigualdades.
En cuanto a Clarín, no va a desaparecer como otro de los dinosaurios, pero ya entró decididamente en la condición de clarinete.

1 comentario:

Moscón dijo...

Que no nos sorprenda que acudan a la Ley 10.000,que comprende los intereses difusos en donde no hay jurisprudencia o una interpretación ambivalente.A estas horas los cagatintas del monopolio en pleno estado de delirio febril son capaces de agarrarse de un cable de 380v.

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