En parte me
equivoqué. Hay quien dice que siempre me equivoco. Larrata, lejos de abandonar
el tema Seychelles por alguna otra información tan rimbombante como apócrifa,
redobló la apuesta y sigue calentando la pava con la fábula, ahora secundado por la hormiguita Ocaña metida de lleno en la campaña electoral.
Su núcleo es que una delegación de 15 argentinos aterrizó en las Seychelles
unos días antes del viaje presidencial; todo eso mientras aparecía un supuesto
cheque de dinero negro por 50 millones de euros.
Resulta
inverosímil que toda una comitiva encabezada por la Presidenta mas una
delegación previa de 15 personas necesite viajar tan lejos para depositar un
cheque que puede caber cómodamente (u ocultarse, si usted quiere) en un
bolsillo.
No solo ELLA
aterrizó, según el cuento chino, con una bolsa repleta de dinero negro: habrían
existido otros 15 bultos, carteras o monederos, transportados subrepticiamente por cada
integrante del grupo que se anticipó, todas ellos, al parecer, con billetes de
baja denominación. Todo un pequeño ejército de hombres de la bolsa.
En tren de seguir con los disparates, también es posible que haya habido un solo bulto de dinero sucio, y
que la delegación acompañaba como custodia, pero como todos desconfiaban de
todos, se vigilaban uno a otro.
El tema es que si
Larrata redobla la apuesta es porque la información oficial, incluyendo la
aparición del Secretario Parrilli, que casi nunca aparece en los medios, no fue
todo lo precisa y clara que debió ser, como si algo se ocultara en la escala en
Seychelles: ¿se puede pecar de ingenuidad en esta guerra a muerte?
¿Por qué no se
aclara (con la suficiente sencillez como para que lo entendamos todos, incluso
los subnormales) si la escala en las islas duró 3 días o 13 horas? ¿O acaso
estamos ante un movimiento político en el que todos parecemos obligados a mirar
hacia allá cuando lo importante está acá?
Sea como fuere, Larrata
y Daniel Santoro, el periodista investigador estrella del diario Clarín, ocultan al
público consumidor de noticias que las empresas controlantes del grupo están
domiciliadas y registradas en un paraíso fiscal: el Estado de Delaware. La típica maniobra que atribuimos a los teros.
Lo que habría que
investigar es si los fondos para tales despliegues extraterritoriales no fueron
financiados por las empresas GS Unidos, Tinicum GC Investors, Farallon GC
Investors, VLG Argentina LLC (dueña del 51% de Cablevisión), Vistone LLC, Grupo
Clarín Services LLC (GCS), Raven Media Investments LLC y GCSA Investments LLC,
todas ellas del Grupo Clarín y radicadas en el pequeño estado de Delaware, USA, cuyas autoridades lo
definen como “The Land of Free-Tax Shopping”.
¡Para qué irse
hasta el Océano Índico si aquí nomás, en América, tenemos unos cuantos paraísos
fiscales!
Un parrafito
sobre los tales paraísos
Se dijo por ahí
que el gobierno argentino había sacado a las Seychelles de la condición de
paraíso fiscal. La mentira fue rápidamente desmentida.
Ningún gobierno
nacional puede poner o sacar a voluntad de una lista oficial de paraísos
reconocidos oficialmente por todas las unidades de anticorrupción del mundo,
pertenecientes a los respectivos estados nacionales.
Los países
industriales del Norte están organizados como estados federales, lo que permite
que el Estado de Delaware, en EEUU, o la isla de Man, perteneciente a Gran
Bretaña, sean paraísos fiscales.
El estado
argentino, al contrario, está organizado como estado unitario: no es posible
que la provincia de La Rioja o el barrio de Parque Chas se conviertan en
paraísos fiscales, cuya lista completa es pública y reconocida oficialmente en
todo el mundo.
Aquí esa lista fue
publicada en algún post anterior.
Los unitarios, la
oligarquía portuaria que detentó el poder real en Argentina, nos organizó como
país unitario aunque se cacareaba que éramos un país federal. Ese fue el crimen
de Rivadavia. Mitre, etc. En la última década se avanzó un poco, a los tumbos,
para revertir esa situación. Por eso cacarean chantas sobrevivientes del menemismo como los Rodríguez Sáa.
Pero hay que seguir adelante sin cambiar el rumbo, porque no es suficiente.
Por eso los gobernadores de las provincias argentinas, aunque se declaren seguidores del mito liberal, no pueden declarar "paraíso fiscal" a la provincia que gobiernan.
Los gobernadores de los estados federales de EEUU (por ejemplo Delaware) sí lo pueden hacer.
Por eso los gobernadores de las provincias argentinas, aunque se declaren seguidores del mito liberal, no pueden declarar "paraíso fiscal" a la provincia que gobiernan.
Los gobernadores de los estados federales de EEUU (por ejemplo Delaware) sí lo pueden hacer.
Clarín oculta que
su grupo empresario controlante está radicado en el Estado de Delaware. Lo de
las Seychelles es una cortina de humo.
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