Nada nuevo bajo el sol.
Parte de la oposición hace una retórica infantil desafiando a quién la tenga más larga para derogar, derogar, derogar. Otros, construyen variaciones discursivas sobre la interpretación de la "década". Si los medios reflejaran la realidad y no una pura invención, el Banco Central se habría quedado sin reservas mientras Vanoli mendiga por la calle Reconquista. Contrariamente, los 500 mil dólares hallados en una cueva financiera han merecido un total apagón mediático, mientras un robo menor se repite 50 veces convirtiéndose en 50 robos.
Vivimos (dicen y repiten) un clima similar al de la Franja de Gaza, como si cada cual anduviera con una ametralladora bajo el brazo.
Elisa Carrió reinauguró el "que se rompa pero no se doble", dijo ser radical de Alem pero seguramente después de su suicidio. El socialista Binner apuesta a la transparencia de los mercados.
Faunen se desfleca como una marioneta a merced del viento pampero.
Macri se mantiene enhiesto y solitario en unos pocos distritos, apostando a la parte estúpida de la gente, que la hay: será por eso que todos sus candidatos más visibles tienen un irremediable aspecto de orates. Por TN el jefe de la CABA aseguró, sin decirlo o trabándose en la figura mental, que no le importan mucho las mayorías parlamentarias. Un acto fallido.
En cierto sentido tiene razón Larrata cuando afirma que "la oposición no vale una bosta". Creo lo mismo, pero por razones inversas.
Esto obliga a los medios concentrados a ser la única oposición visible o practicable.
El tópico de la falta de dólares es claramente desmentido en la siguiente nota de Alfredo Zaiat. Vale la pena releerla.
Parte de la oposición hace una retórica infantil desafiando a quién la tenga más larga para derogar, derogar, derogar. Otros, construyen variaciones discursivas sobre la interpretación de la "década". Si los medios reflejaran la realidad y no una pura invención, el Banco Central se habría quedado sin reservas mientras Vanoli mendiga por la calle Reconquista. Contrariamente, los 500 mil dólares hallados en una cueva financiera han merecido un total apagón mediático, mientras un robo menor se repite 50 veces convirtiéndose en 50 robos.
Vivimos (dicen y repiten) un clima similar al de la Franja de Gaza, como si cada cual anduviera con una ametralladora bajo el brazo.
Elisa Carrió reinauguró el "que se rompa pero no se doble", dijo ser radical de Alem pero seguramente después de su suicidio. El socialista Binner apuesta a la transparencia de los mercados.
Faunen se desfleca como una marioneta a merced del viento pampero.
Macri se mantiene enhiesto y solitario en unos pocos distritos, apostando a la parte estúpida de la gente, que la hay: será por eso que todos sus candidatos más visibles tienen un irremediable aspecto de orates. Por TN el jefe de la CABA aseguró, sin decirlo o trabándose en la figura mental, que no le importan mucho las mayorías parlamentarias. Un acto fallido.
En cierto sentido tiene razón Larrata cuando afirma que "la oposición no vale una bosta". Creo lo mismo, pero por razones inversas.
Esto obliga a los medios concentrados a ser la única oposición visible o practicable.
El tópico de la falta de dólares es claramente desmentido en la siguiente nota de Alfredo Zaiat. Vale la pena releerla.
El 2014 terminará con transferencias por 1700 millones de dólares,
casi 25 por ciento más que el 2013. Las divisas son aportadas por el
Central. Pese a los pronósticos alarmistas, el stock de reservas se
mantiene. Más dólares entregados para atesorar y para viajar.
Por Alfredo Zaiat
Un listado de las operaciones cursadas a través del Mercado Unico de
Cambio con las utilidades y dividendos de empresas girados al exterior
revela que al 6 de octubre de este año el monto por ese concepto
ascendía a 1293 millones de dólares, y quedaban pendientes 384 millones
ya autorizados hasta fin de 2014. El ranking es liderado por Minera
Alumbrera, con 178 millones de dólares, seguida por Chevron Argentina,
61,6; Cerro Vanguardia, 48,6; Siderar, 41,1; Peugeot Citroën, 36,5
Massalin Particulares, 36,0; Acindar, 34,9 millones de dólares. Siderca
también remitió 30,5 millones que sumados al giro de Siderar totaliza
para el Grupo Techint 71,6 millones de dólares, con un saldo adicional
de 6 millones para esa segunda compañía hasta fin de año. Casi 200
empresas han estado enviando dólares al exterior por ganancias generadas
en el mercado local, un 23 por ciento más que en los primeros diez
meses del año pasado. Estos montos, que en el acumulado será de unos
1700 millones de dólares en 2014, muestran que las grandes firmas siguen
contabilizando importantes utilidades que comparten con sus
accionistas, y además que no es tan rígido el régimen de administración
de divisas que en el mercado lo asocian con un instrumento de tortura de
cuatro letras.
En un año de estancamiento económico, dos corridas cambiarias, una
devaluación brusca en enero y habituales pronósticos de crisis del
elenco estable de economistas del establishment, el nivel de las
reservas del Banco Central permitieron aumentar el abastecimiento de
dólares para que las empresas giren utilidades al exterior. También
facilitaron la compra de dólares para ahorro y para viajes al exterior.
Desde fines de enero, cuando el equipo económico flexibilizó el acceso a
dólares para atesorar, 2343,6 millones fueron comprados mayormente por
trabajadores en relación de dependencia de sueldos medios y altos,
mientras que por viajes al exterior la AFIP aprobó operaciones por 430,0
millones. Por esos tres rubros (utilidades, ahorro y turismo), más de
4500 millones de dólares salieron de la cuenta del Banco Central y el
stock de reservas no se derrumbó como pronosticaban/deseaban analistas
de la city. En relación al nivel de principios de año (30.599 millones
de dólares), sólo descendió 2481 millones, apenas el 8,1 por ciento en
un contexto desfavorable en el sector externo por caída del comercio
internacional y la permanente campaña de desestabilización de los fondos
buitre.
A ese mayor desembolso de reservas por remisión de utilidades, dólar
ahorro y moneda extranjera para viajes, se le adicionan los pagos por
importación de energía, la ratificación de la estrategia de
desendeudamiento (este año incluyó el acuerdo por el default con el Club
de París, con un primer desembolso de 642 millones de dólares) y la
cancelación de deuda en términos netos con organismos multilaterales de
crédito. La recomposición de las relaciones con el BID y el Banco
Mundial encaradas por el Gobierno busca revitalizar líneas de créditos
para que, al menos, el balance cambiario con esas instituciones
internacionales registre un saldo anual neutro. La administración de
divisas para la importación, con mayor dedicación en los sectores
automotor y electrónica de Tierra del Fuego, el swap de monedas con
China y la colocación de bonos atados a la evolución del tipo de cambio
oficial colaboraron para cuidar el actual stock de reservas, que pese a
las corridas sigue en niveles adecuados para mantener el control de la
política económica.
Existe un marco de inquietud por la disponibilidad de divisas en una
economía con restricción externa definida por una estructura productiva
desequilibrada (el complejo agrario proveedor de dólares y la industria
deficitaria y demandante de esos dólares). En ese terreno de
incertidumbre existe espacio para el despliegue de presiones
devaluacionistas y sobre las reservas del Banco Central. Pese a la
exacerbación de esas tensiones, promovidas desde los sectores
financiero, complejo exportador y rentista dolarizado, la última corrida
cambiaria logró aplacarse por la decisión política de reasumir el
control del mercado cambiario por parte de las autoridades
correspondientes. El Banco Central obligó a las entidades financieras a
subir la tasa de interés para el pequeño y mediano ahorrista y
fortaleció su tarea de fiscalización y sanción en colaboración con la
Unidad de Información Financiera (UIF) y la Procuraduría de Criminalidad
Económica y Lavado de Activos (Procelac). Además definió un acuerdo con
los exportadores del agro para normalizar la venta de dólares
provenientes de la actual cosecha y para adelantar 1500 millones de
dólares del primer trimestre del año próximo. Además la AFIP difundió la
denuncia por sobrefacturación de importaciones de Procter & Gamble y
el avance de la investigación sobre otras grandes firmas
internacionales pretende ser una señal para desalentar al resto de las
compañías sobre la tentación de ejecutar maniobras de comercio exterior
que deterioran deliberadamente las reservas del Banco Central.
Giro de utilidades
El grado importante de extranjerización de la economía es un factor
sensible, puesto que presiona sobre las reservas debido a la demanda de
las filiales de envío de ganancias hacia las casas matrices. La
evolución de esa variable revela que fue creciendo en forma
significativa desde 2003 hasta 2011, con un salto importante en 2008, al
acumular 3439 millones de dólares, cuando un año antes había sido de
1725 millones. En 2012, el Gobierno dispuso restricciones a la remisión
de dividendos, en algunos casos con regulaciones indirectas, como en el
caso de los bancos, al exigir una mayor integración de capital, y en el
resto por limitaciones a la compra de dólares. El balance cambiario del
Banco Central muestra que en 2003 el giro de utilidades sumó 869
millones de dólares, aumentando año tras año hasta los 4387 millones de
dólares en 2011. En los dos años siguientes hubo una abrupta baja a 225 y
1363 millones de dólares, respectivamente. Este año cambiará la
tendencia para subir a unos 1700 millones de dólares, nivel similar al
del 2007, año del comienzo de la corrida cambiaria permanente que
acompaña al período de gobierno de CFK.
La comparación de este monto con el record de 2011 merece algunas
precisiones para evitar el humo de confusiones que dispersan los hombres
de negocios dedicados a la comercialización de información económica.
La salida de divisas en ese año estuvo concentrada en el período
abril-noviembre, meses dominados por la más intensa corrida cambiaria
del ciclo kirchnerista previo a la elección presidencial, apostando a
una brusca devaluación luego de la apertura de las urnas que entregaron
la confirmación de la gestión de CFK con el 54 por ciento de los votos.
Durante esos meses, el promedio de giro de utilidades se ubicó en unos
500 millones de dólares mensuales.
A diferencia del actual cuadro de remisión de dividendos, en 2011 se
concentró en pocas empresas de dos sectores: petrolero y financiero. Las
firmas petroleras lideradas por YPF en manos de la española Repsol
giraron utilidades por unos 1200 millones de dólares, 27 por ciento del
total. Las entidades financieras y cambiarias, en un contexto de un
fuerte ataque especulativo previo a las elecciones presidenciales,
giraron más de 400 millones de dólares, entre abril y septiembre de ese
año, equivalente al 10 por ciento del total. Petroleras con YPF-Repsol y
bancos explican el 37 por ciento del monto global de envíos de dólares
al exterior en concepto de dividendos. La conducta de los españoles se
explica porque operaba con una lógica meramente extractiva para abultar
las ganancias de su casa matriz, dinero que lo orientaba a financiar
inversiones en otros países. La recuperación del control de YPF para el
Estado permitió anular ese factor especulativo en la operatoria habitual
de los españoles, aliviando el ataque sobre las reservas por el giro de
utilidades y comenzando a reinvertirlas para recuperar el
autoabastecimiento energético, que en el mediano plazo también
disminuirá las presiones sobre las reservas.
Con los bancos, el régimen de distribución de dividendos en el
exterior era muy flexible porque había un Banco Central cuidando
excesivamente los intereses especulativos de las entidades. Para
aumentar la solidez sistémica y alejar la posibilidad de una crisis
bancaria, el BC aumentó a comienzos de 2012 los requisitos de
integración de capital que las entidades debían tener previo a la
distribución de ganancias. Esta medida disminuyó –sin anular– la
capacidad de desestabilización cambiaria de los bancos.
En este año, el giro de utilidades no registrará la concentración
sectorial de los años previos a la instalación del nuevo régimen de
administración y control de divisas, cuando empresas guiadas por una
fuerte carga especulativa intensificaron la fuga de capitales. A partir
de las modificaciones normativas formales e informales mencionadas, se
observa que la participación sectorial de los giros de utilidades pasó a
distribuirse entre una gran variedad de actividades. De la lista de 200
empresas (se publican las primeras 50), con los montos de utilidades
enviadas al exterior con dólares comprados en el Mercado Unico de
Cambio, las mineras concentran el 17 por ciento del total; las
petroleras, 12; entidades financieras y cambiarias, 11; las químicas, 9;
las de alimentos y bebidas, 8; las automotrices, 5; y las productoras
de metales comunes, 5 por ciento.
Dólares para ahorrar, dólares para viajar, dólares para distribuir
dividendos, dólares para comprar en el exterior combustibles, dólares
para pagar deuda, dólares para importar bienes y servicios. No son todos
los dólares que cada sector desearía, situación dada por una cuestión
estructural de la economía argentina. Es precisamente esa restricción lo
que reafirma la necesidad de una administración prudente de la
distribución de las divisas (reservas del Banco Central) como política
fundamental para asegurar el bienestar general.
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