Todos
ellos son jóvenes practicantes del enriquecimiento ilícito porque el modelo es
el de la burguesía que vive y se enriquece en los entresijos del capitalismo
financiero. Un atajo rápido y con límites inciertos entre lo legal e ilegal:
drogas, lavado de dinero, cheques voladores, especulación con divisas. No pertenecen, o solo algunos pertenecen, a las
tradicionales familias del patriciado, como lo denuncian sus apellidos: Stefanini,
Damián Rodríguez, Pesquera, Graffigna (de la nobleza mendocina), Ferrón, Forza, Bina, De Arce, Pérez
Corradi, Elaskar, Fariña, Suris, Benedit Nouges, de la nobleza portuaria.
Educados en las significaciones de la ganancia rápida, la exigen más rápida y suculenta.
Educados en las significaciones de la ganancia rápida, la exigen más rápida y suculenta.
Si
existió una cría del proceso, y existió, estos son los hijos de esa cría fraudulenta.
Por
una circunstancia fortuita, que puede simbólicamente ser una pista para
entender todo esto, tuve la oportunidad de conocer a uno de las víctimas del
triple crimen de General Rodríguez: fue en una escuela pública de Villa del
Parque, cuyo director (Sacco) exigía obediencia absoluta, era socialista democrático,
apoyaba fervientemente a la dictadura cívicomilitar y reunía a los chicos, como
si un partido de fútbol se tratara, para vivar con aplausos cada bombazo de los
militares argentinos en la aventura de Malvinas en 1982.
Que un miembro de esa cría muera en extrañas circunstancias no es un hecho de inseguridad. Eso para empezar.
No
importa que el tal personaje se dedique a entrar y sacar dólares del país
comprando a $ 11 y vendiendo rápidamente a $16 (para eso tienen al elenco
estable de los medios concentrados, los tradicionales augures que pronostican devaluaciones,
suba del dólar a las nubes y reservas insuficientes).Escribe Zaiat: "Los dolarmaníacos se ponen agresivos cuando prudentemente se comenta que no fue muy rentable el negocio para quienes a lo largo del año
compraron dólares en el mercado ilegal pagando de 11 a 16 pesos por
unidad. El denominado blue cotiza en el área de 13 pesos y cualquier
valor por encima refleja una pérdida, y por debajo hasta 11 pesos no fue
lucrativa, puesto que la colocación a plazo en pesos brindó una
rentabilidad mayor del 18,2 por ciento (diferencia de 13 a 11 pesos)".
Que
tenga una cueva financiera rápidamente desarmada para borrar pruebas, tampoco. Y
para completar el panorama, La Nación mitrista, además, pretende involucrar a La
Cámpora en el hecho mediante una información imprecisa.
Veinticuatro
horas antes los obispos reunidos en sínodo habían alertado sobre la corrupción
reinante, y por supuesto todos los consumidores de noticias adulteradas dieron
por descontado que se referían a Hotesur y Lázaro Báez.
Pero
resulta que la corrupción estaba en otro lado. Aquí.
Benedit
(jugador de pato, propietario de campos y de una cueva financiera, expositor en La Rural) no había
sido educado por un capitán de industria o por un esforzado trabajador de las
clases proletarias a las que suele referirse Altamira desde el soviet de Corrientes
y Callao sino por un especulador, Jaime Benedit Nougues, que hacía negocios
bancarios, negocios que siempre requieren ganancia rápida.
La
historia la he contado aquí muchas veces pero merece ser relatada nuevamente.
Benedit padre, es decir Jaime Benedit Nougues, junto con otros especuladores, quiso quedarse
por centavos con el Banco de Hurlingham, ex Banco Comercial de La Plata, luego
de que la dictadura militar lograra incluir a esa entidad en la sucesión de
David Graiver. Esa maniobra fraudulenta (porque la legítima sucesora, Lidia
Papaleo, estaba detenida) fue elaborada cuidadosamente por Martínez de Hoz y
Videla de modo tal de dejar fuera de la herencia a Papel Prensa, empresa a la
cual le tenían reservado otro destino. También tenían otros compradores para el Banco de Hurlingham, y los financias que lo habían adquirido hicieron lo típico: negocios con la plata de terceros.
Entre
maniobra y maniobra, los compradores del Banco de Hurlingham pasaron a estar detenidos
ilegalmente en la Prisión Militar de Campo de Mayo.
No
es cierto, como ha relatado Clarinete, que Jaime haya declarado en la causa 13
contra los comandantes. Muchos, como él, prefirieron callar.
Y
tampoco es que el destino de los bienes de Graiver no supusiera una sorda lucha
entre los militares en el poder que en ocasiones provocaban alianzas y en otros
homicidios.
Eso
explica por qué un equipo de la Armada ejecutó a Matías Tobías Padilla; por qué
Aurelio Cid, operador de Martínez de Hoz, también fue detenido; y por qué Felipe
Domingo Cavallo se asoció con el Tigre Acosta para quedarse con las tierras de
Godoy Cruz de los Pincolini mediante extorsión y torturas, para tomar algunos
ejemplos entre muchos.
Por
eso siempre decimos aquí que es un grave error hablar de “complicidad civil con
la dictadura militar”: hubo una alianza entre las cúpulas militares y los
sectores sociales dominantes ligados a al complejo agroexportador, alianza que
era funcional al poder imperial y por lo tanto desindustrializador. Esa alianza
concitó un callado apoyo de sectores medios que veían en la tablita cambiaria
una oportunidad de enriquecerse rápidamente, no importa que fuera a costa de la
desmemoria y el disciplinamiento social. Muchos hijos de estos sectores medios
desaparecieron.
Benedit
es, entonces la herencia de la cría del proceso. Importa poco que se haya
suicidado o se lo haya asesinado: esa es una cuestión policial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario