Defensoría del Público contra los DNU que limitan la
Ley de Medios
“Vergonzosos y antidemocráticos”
Distintos referentes del periodismo,
el mundo de la comunicación, la política y el ámbito docente se manifestaron en
las últimas horas a favor de la Resolución Nro. 21 emitida por la Defensoría
del Público, que alertó sobre las consecuencias negativas que los decretos de
necesidad y urgencia del gobierno nacional traerían para la plena vigencia del
derecho a la comunicación resguardado en la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual.
Glen Postolski, descano de la
Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y profesor titular de Políticas y
Planificación de la Comunicación, calificó la resolución de la Defensoría como
“central”, porque “pone el eje entender a la comunicación como un derecho
humano fundamental, contra la idea de interpretarla como una mercancía”. Y
agregó que “después de años de debate, para entender qué lugar ocupan los
medios en una democracia, estos decretos retrotraen logros que nos costaron
muchos sacrificios conseguir. Espero que esta nueva herramienta de lucha
elaborada por la Defensoría contribuya a impedir que volvamos a situaciones que
creíamos superadas”.
Para Diego de Charras, Director de
la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires y Profesor
Adjunto de Derecho a la información, los DNU “tienen problemas de forma y de
fondo. Por un lado, intentan modificar una ley que tuvo una amplísima discusión
nacional. Pero además, conllevan implicancias graves, como la eliminación del
cable como servicio de comunicación audiovisual, vulnerándose los derechos de
las audiencias, lo cual es gravísimo”. El docente sostuvo que “a partir de
ahora, los distribuidores ya no estarían obligados a incorporar en la grilla
distintas señales locales, las cuales perderían cualquier posibilidad de ser
vistas”. Y afirmó que “los DNU dan cabida a un aspecto muy bien tratado por la
Defensoría en su resolución, que es la concentración de medios. En pocos días
hemos vuelto a los años noventa, cuando por ejemplo, los pequeños cableros eran
comidos por los grandes grupos”.
“Toda iniciativa en contra de DNU
antidemocráticos y antirrepublicanos que intentan derogar la ley de medios debe
ser resaltada”, manifestó Jorge Bernetti, docente y periodista. Y agregó:
“Tengamos en cuenta que hablamos de, tal vez, la ley más discutida y
consensuada de todo el siglo XX, comparándola a lo ocurrido con el Código de
Vélez Sarsfield”.
Para Bernetti, el trabajo de la
Defensoría “ha sido muy positivo desde su nacimiento, tratando de poner en
marcha a ese gigante invertebrado que es el público. Su última resolución
apunta justamente a eso, intentar hacer valer los derechos de ese gigante,
frente al atropello que significan estos decretos que no son ni necesarios ni
urgentes”.
Para Gustavo López, ex subsecretario
de Relaciones con la Sociedad Civil de la Presidencia en el anterior gobierno,
y referente del espacio Forja, los DNU “marcan una arbitrariedad, y de ninguna
manera cumplen con los requisitos que la ley establece para utilizar esa
herramienta. Se pudo haber convocado a sesiones extraordinarias del Congreso si
había tanta necesidad, y sin embargo, eso no se hizo”.
“Celebro la resolución de la
Defensoría -sostuvo-, porque acá no se trata de defender gestiones, sino de
defender a la ley desde lo conceptual, y explicar a los diputados y senadores,
que decidirán finalmente sobre estos decretos, qué implicancias tendrían para
la democracia”. Según López, las medidas del actual gobierno nacional
“consolidan posiciones dominantes del mercado, van en contra de lo resuelto
por la Corte Suprema de Justicia en ese
sentido, y vuelven el tiempo atrás, cuando empezamos a discutir una ley con la
esperanza de abrir un camino realmente
democrático y plural”.
Para el dirigente, lo buscado por el
gobierno “es eliminar las regulaciones que la ley de medios marcaba, algo que costó
veintiséis años de pelea política, y que ahora algunos quieren borrar de un
plumazo. La idea es volver al concepto mercantilista de la comunicación, un
principio tan resistido por la Defensoría desde sus comienzos, e interpretar a
lo comunicacional como parte de la economía. Es clave no estimular la
concentración, porque de esa manera se atenta contra la libre circulación de
las ideas”.
Liliana Belforte, referente de la
Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), consideró el documento
elaborado por la Defensoría como “una herramienta fundamental para plantarse
frente a lo que entiendo un intento de desguace de la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual por parte del actual gobierno nacional. La Defensoría
fue pensada para atender los derechos de las audiencias, y estamos frente a una
instancia clave, porque los decretos de necesidad y urgencia atentan contra
esos derechos. Somos parte de un mismo
espacio comunitario para defender esos logros, y ahora estamos ante el desafío
de protegerlos. Como hace la Defensoría, tratando de salvaguardar los intereses
de los ciudadanos, y no la necesidad de los grupos mediáticos concentrados”.
También habló de la resolución
Eduardo Rinesi, ex rector de la Universidad de General Sarmiento y parte del Consejo Directivo de la
Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) durante el
gobierno nacional anterior. El docente y politólogo resaltó “lo valioso de la
resolución, pero por sobre todas las cosas, la labor de la Defensoría en general,
porque nos enseñó a entender una idea novedosa en la región y en el mundo: la
de ver a las audiencias como un sujeto colectivo de un derecho, el derecho a la
comunicación. Cynthia Ottaviano siempre lo dice, y me quedo con su concepto de
cambio de paradigma: la ley consideró a la comunicación no como un bien
transable en el mercado, idea que aboga el ministro de Comunicaciones del
actual gobierno nacional, sino como un derecho. Si realmente existe una
necesidad y una urgencia para elaborar estos decretos, evidentemente no
responden a demandas del pueblo, sino de otros intereses”.
Rinesi describió a la resolución de
la Defensoría como “precisa y muy bien fundamentada”, y además “útil para una
instancia que ahora se abre, la de la discusión política y judicial con la que
trataremos de recuperar lo que ya habíamos logrado como sociedad: una
comunicación democrática, plural y respetuosa de las minorías”.
“Lo hecho por la Defensoría es
valioso en sí mismo como herramienta de reclamo -manifestó Luis Lázzaro, periodista
y escritor especializado en comunicación-, pero además porque se inscribe en
una serie de iniciativas de distintos actores sociales, como universidades, o
la Coalición por una Comunicación Democrática, que al igual que la Defensoría,
se reunieron para hablar de estos temas con el relator para la Libertad de
Expresión de la Comisión Interamericana de DDHH, Edison Lanza”
Para Lázzaro, los decretos
elaborados por el macrismo “son un atropello institucional porque desconocen al
Congreso, pero además por sus alcances, como bien lo dice la resolución de la
Defensoría, al limitar las atribuciones del Consejo Federal de Comunicación
Audiovisual. Atentan contra el pluralismo que la ley de medios tiene, y como
también sostiene la resolución, son herramientas que intentar modificar leyes,
y sustituir el trabajo del Poder Legislativo por la decisión de un
funcionario”.
El periodista explicó que los
recientes DNU “avanzan sobre la ciudadanía, al poner a 10 millones de hogares a
merced del mercado, que hasta ahora pudieron ejercer su derecho humano a la
comunicación en el marco de una ley que tutela y protege esos derechos,
considerándolos como un bien social. Eliminar esos logros, como lo hacen los
DNU para colocarlos en el ámbito del libre mercado, viola la Constitución
Nacional en sus artículos 14 y 75, y pasa por alto tratados y convenciones
internacionales. Son todos puntos centrales que la resolución de la Defensoría
desarrolla, y que ojalá sean tenidos en cuenta por la Comisión Bicameral de
medios a la hora de tratar estas cuestiones en el Congreso de la Nación”.
Néstor Busso, referente del Consejo
Federal de Comunicación Audiovisual, consideró a los DNU como “vergonzosos”, y
por eso “estamos demandando en la justicia, en tribunales internacionales y
políticamente ante el Congreso de la Nación, para que esta triste realidad sea
modificada. En ese marco, lo hecho por la Defensoría es fundamental, porque
aquí no hay mucho misterio: frente a los que consideramos a la comunicación
como un derecho humano, están los que la interpretan como un negocio, como lo
dijo expresamente Oscar Aguad, actual ministro de Comunicaciones”.
La reciente Resolucion de la
Defensoría recorre minuciosamente cada uno de los puntos de los decretos que
afectan a la Ley 26.522 y muestra la afectación de los derechos que esos DNUs
producen sobre el derecho humano a la comunicación.
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