miércoles, 20 de abril de 2016

UNA HIPOTESIS NO TAN DESCABELLADA SOBRE EL ORIGEN DEL DENGUE





Nada se puede hacer contra la revolución verde. ¿O sí? Muchas de las comunidades originarias han dado ejemplo en contrario, pero son pautas marginales. 
En México, unas cuatro mil especies de maíz nativo han desaparecido toda vez que la universalización de especies resistentes al roundup ® combinadas con el uso de glifosato han hecho desaparecer variedades nativas, adaptadas desde siglos atrás a cada zona. Eso ha impuesto el NAFTA.

Los más viejos recordamos la venta minorista de maíces blancos: hoy en día prácticamente comemos sólo maíz amarillo, perteneciente a una de esas variedades resistentes al roundup, variedad que en ese pasado estaba reservado al uso animal (gallinas, etc.). Pero hoy los pollos consumen alimento balanceado porque alcanzan peso de mercado con mayor rapidez. No es que nosotros cambiamos las costumbres.

Es lo que hay.



Todo es un paquete: el glifosato aparece en el mercado junto con la variedad de maíz amarillo resistente, mercado cautivo de Monsanto. Antes de esta revolución verde se apelaba a otros remedios. Mas caseros si se quiere, pero no menos eficaces.

Fue cuando recordé el asunto de “los sapos de Su Majestad”.

En los lejanos años de la segunda guerra mundial, toda la producción local de insecticidas formaba parte de las mochilas de los soldados expedicionarios que luchaban en los frentes europeos de la contienda, prioridad absoluta. ¿Y como combatían los insectos dañinos al medio ambiente y a la salud humana (moscas, mosquitos, langosta, etc.) quienes quedaban en retaguardia? De varias maneras.

Una eran las barreras levantadas al costado de los campos para impedir que la plaga de la langosta en su etapa de insecto saltador invadiera los campos devastando todo a su paso. Estas barreras metálicas, de un metro de altura mas o menos, fueron una innovación ante los insecticidas que se usaban universalmente desde tiempos inmemoriales frente a la mencionada (en la propia Biblia) Séptima Plaga que invadió Egipto produciendo una gran mortandad humana, ya que devoraban todo el alimento existente con gran rapidez.

Los mosquitos no cuentan con el status de plaga bíblica pero una de sus variedades al parecer ahora trasmite el dengue y otras enfermedades parecidas.

Ahora contamos con la revolución verde y el glifosato que –está comprobado- produce daños múltiples a la salud humana.

Las barreras anti-langosta son ineficaces ante mosquitos y moscas. Sin embargo, nada más eficaz que el sapo, provisto de una capacidad especial para devorar insectos. Durante la segunda guerra, cuando los británicos tomaron nota de esta capacidad, declararon a los sapos protegidos especiales de Su Majestad. Prohibido matarlos o perseguirlos. A estos anúridos se los encuentra en cualquier parte del mundo, excepto en las regiones árticas y en las zonas desérticas más áridas y se alimentan generalmente de insectos. Una de sus especies (entre las casi 500 existentes) tiene glándulas venenosas. El escuerzo.

Los ingleses, siempre prácticos, combatían a los insectos mediante sapos que reemplazaban eficazmente a los insecticidas. Por eso eran protegidos especiales de la Corona

Otras especies animales tenían usos similares. Por la reducción de la guarnición militar en el palacio de Buckingham, una bandada de gansos lo rodeaba y rodea, graznando como atentos vigilantes y eventualmente atacando a todo intruso que se acerque a la residencia particular de la Reina.

Y ahí viene la hipótesis: el glifosato y la siembra directa eliminan a los sapos, y por lo tanto, el mosquito va y viene a sus anchas sin peligro.

Por lo tanto, el verdadero enemigo de la salud humana es el glifosato (ver  http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Salud/Toxicologia_del_Glifosato_Riesgos_para_la_salud_humana) invisible por una maraña de complicidades, intereses y ocultamientos, aunque según los manuales en uso, sólo elimina hierbas. También extermina sapos que diezmaban al mosquito aedes aegipti.

1 comentario:

Lidia dijo...

ESTA EN LA MISMA LÍNEA DEL ORIGEN DE LA EPIDEMIA DEL MAL DE LOS RASTROJOS EN LOS AÑOS SESENTA QUE SE SUPUSO POR LA DESAPARICIÓN DE LAS LECHUZAS QUE ELIMINABAN RATAS . NO ME PARECE NADA DESCABELLADA TU HIPÓTESIS.SALUDOS. LIDIA.

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