Los índices explican algunas cosas, siempre que no los tomemos como toda la explicación. Lo mismo sucede con las encuestas. Unos y otros marcan tendencias, sólo eso.
La tabla los demuestra por ejemplo, que
- En la tabla, la trampa consiste en tomar el dólar como variable principal, pero este valor es convencional, no es homogéneo, y se refiere a su poder local de compra.
- No obstante ello, a valor dólar y con esta limitación, el salario mínimo en Argentina es, lejos, el mayor de América Latina.
- A pesar de que Uruguay es tomado por “el campo” como ejemplo a seguir respecto a la exportación de carne, lo cierto es que el consumidor oriental tiene comparativamente menos carne y de peor calidad que el argentino, por cuanto allá sólo pueden comprarse los llamados cortes populares y los cuartos delanteros exportables tienen precio prohibitivo.
- Contrasta el alto valor del transporte urbano respecto de Brasil. 1392 contra 189. La política de subsidios tiene defectos, pero ni Amalita Fortabat ni Mauricio utilizan el ferrocarril Sarmiento.
- El petróleo (y naftas) venezolanas son comparativamente baratas por las reservas de ese país. Venezuela es un país petrolero; Argentina, un país con petróleo.
- La inclusión de España persigue el objetivo, por parte de los autores, de cuestionar la política oficial de ese país y sugerir que se acerca más a los latinoamericanos que a sus pares de la Comunidad Europea. Lo cierto es que, con un salario mínimo de 508 dólares, España tiene más del 20% de desocupación.
- El índice sugiere por qué Venezuela y Ecuador tienen también gobiernos que atienden las demandas populares. Y Perú está en el pelotón de los perdedores a raíz del TLC que lo ata a la producción industrial de EEUU.
3 comentarios:
Sin ánimo de ofender,¿donde está la tabla de la dignidad?
La señora fortabat debe tener 10 ó 15 lambeculos para lo que se le antoje(sin nombrar otros cientos de cipayos),y madres desesperadas viendo a sus hijos morir porque el presupuesto no da siquiera para que un enfermero cumpla su función a través de un salario digno.
Obvio que la educación evacúa estas diferencias siempre y cuando el respeto por el otro parta de una raiz concreta y no simplemente de una declamación.
Cuando hablo de educación que no se confunda con instrucción,la escuela es otra cosa,si bien convergen en un punto,la capacidad de ponerte en los pies del otro es un principio que puede ser manipulado a la hora de aprender,pues entonces contrastemos la realidad con el staus qu;si bien hay muchas formas de mirar el acontecimiento elijamos el mas ecuánime para que por lo menos no pecar de injustos.
Digo esto sin embargo de emoción,inoperable ante la avalancha de dolor,solamente para cada uno tuviere la capacidad de hacer valer sus derechos fundamentales,para cumplir y hacer cumplir las obligaciones que mas allá de lo ético esta lo humano.
muy buen informe realmente.
Moscón: querés decir que NO HAY NADA PARA FESTEJAR.
Sin duda.
Pero imaginate en qué nivel estaría con cualquiera del resto de las políticas económicas que plantea la oposición.
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