Segundo idioma, hacia un Pacto de la Moncloa

Todo acuerdo de Macri con el resto de los partidos opositores, suponiendo siempre que quien conduzca sea él mismo, deberá incluir la enseñanza de un segundo idioma en el sistema público de educación.

En primer lugar, Macri es la única esperanza blanca sobreviviente del establishment.
En segundo lugar, resulta necesario derrotarlo para que ese mismo establishment se vea obligado a inventar otro candidato, cosa que no se hace de un día para otro. Masa crítica hay, ojo. No en vano, los grupos económicos concentrados conservan una gran cuota de poder en la construcción de ideología, o no-ideología, que viene a ser algo parecido.
En tercer lugar, la necesidad de hacer efectiva esa derrota es prioridad uno del campo popular. Macri es el enemigo principal.
La lista de puntos alrededor de los cuales se quiere establecer un acuerdo es decididamente grotesca, si no fuera poco más que un producto de marketing.

Estos tipos se disfrazan de corderos pero son tigres: así como recurrieron al terror, a los bombardeos a civiles, a la desaparición, a la tortura y a la persecución en todas sus formas, ahora simulan buenos modales pero sus objetivos son los mismos. Invariables, pero disfrazados con otras palabras. Un país dedicado a la soja, con mucho turismo, automotrices con cero componentes nacionales, agroindustria, un gran sistema financiero multinacional y acaso off-shore, standby del FMI, peso devaluado, salarios cada vez más atrasados, planes sociales congelados porque no queda otra, policía militarizada, y sobre todo, con muchos argentinos sobrantes que irán a trabajar de limpia-baños o camareros a EEUU: para eso el segundo idioma en la escuela.


May I go to the bathroom?
Yes. miss Perez
Te rose is red, the violet is blue, sugar is sweet
And so are you.

O bien:


God save our lady, the Queen
God save the Queen