jueves, 10 de noviembre de 2011

LA HEGEMONÍA EN ÉPOCAS DEL DÓLAR

¿Dónde está el eje de esta fase de transformación que expresa el kirchnerismo con la conducción de Cristina Fernández de Kirchner?
En el Gobierno Nacional.
El resultado electoral (54% de los votos) habilita la construcción de hegemonía, pero sólo la habilita, genera condiciones y no la crea mágicamente.
La prueba más evidente de que es así se aprecia en los nubarrones generados por la adulterada corrida del dólar.
A la par que los funcionarios reclamaban libertad de acción en términos del triunfo electoral, los medios de comunicación trasmitían en “cadena nacional” la opinión de todos los perdedores de las elecciones.
Que esa opinión se impuso o no en la opinión pública no es algo que pueda asegurar por el momento, pero lo cierto es que si uno estuviera a punto de comprar una propiedad puede encontrarse con problemas porque los vendedores o intermediarios creen que va a haber una devaluación mientras los amigos y allegados opinan a su vez que es preferible no comprar en este momento porque el valor inmobiliario se va a desplomar.
La opinión económica de los perdedores de las elecciones no es representativa en términos de votos pero sí de poder económico. El objetivo no explicitado es encorsetar la próxima gestión del ministerio de economía (es decir, dar vuelta el triunfo electoral), levantar una cortina de humo para impedir que el gobierno avance en el control de las actividades financieras ilegales de los grupos económicos e impedir que se reformule el sistema bancario a fin de que funcione en términos del interés nacional.
No debe olvidarse que las multinacionales incrementaron sus transferencias al exterior por dos razones: a) muy buenos resultados de sus filiales locales, y b) exigencia creciente de las sedes centrales por los malos resultados en el hemisferio norte.   
En este sentido, y a pesar del animado relato oficialista (el programa 678 puede ser tomado como ejemplo), es evidente que el Grupo Clarín no está tan derrotado como se dice y seguirá haciendo mucho daño. Se podrá argumentar que hay jueces venales y honestos, pero el tema de fondo no es tanto la supuesta corrupción sino que el sistema legal tiene suficientes agujeros y zonas oscuras como para sostener un estado de cosas en términos de conservar la cuota de poder adquirida.
Si aquí se dejara de administrar el valor del peso, el resultado cantado sería una instantánea transferencia de ingresos desde los asalariados a los grupos económicos concentrados, perdiéndose en poco tiempo todo avance logrado desde 2003 en términos de distribución.
Creo que el eventual desplome de los precios de las viviendas es una fantasía. Es cierto que el metro cuadrado de vivienda en el barrio norte de la CABA vale más que en Manhattan, y aquí hay una burbuja, pero la caída de los valores inmobiliarios significaría que esa masa de divisas existentes en algunos sectores sociales se corre a otras inversiones más atractivas: ¿dólares que van a parar al colchón? ¿Jugar en el mercado a futuro de la soja?
Es el momento de ir tejiendo consensos en el campo nacional y popular, de modo de que el poder económico no pueda dar vuelta el triunfo electoral desde la lógica despiadada de “los mercados”.
Y esto es urgente.

1 comentario:

profemarcos dijo...

En el interior hay mucho dinero en negro, proveniente de la soja, que iba al mercado inmobiliario... con estos controles de AFIP, no al dolar sino a la "blancura" de los ingresos necesarios para comprar dólares andan todos asustadoa!!!!

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