Entonces bajó del Cielo un ángel y le dijo al oído:
- No lo hagas.
- ¿Por qué no? -respondió el nazi- Es sólo un polaco.
- Ese hombre está destinado a ser Papa —le explicó el ángel.
- ¿Y eso a mí qué? -se impacientó el joven asesino.
- Que tú vas a sucederlo en el cargo —dijo el ángel, y desapareció.
5 comentarios:
La anécdota aguijonea como un ovispo,digo,avispa.
Juaaaaaaaaaaaaaaaaaa,,si el joven Natzinger no hubiese seguido la sugerencia del Angel, un grupo de genocidas no hubieran recibido la hostia de un papa
Hostias nunca faltaron, ni faltaran para esa clase de hijos de puta.
Y John Paul Primero? Entre los que se lo llevaron puesto, no estaba el nuevo beato?
Y después se pasó 27 años esperando que JP II muera y puteando al angelito que no le contó esa parte.
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