martes, 28 de junio de 2011

PERONISMO EN ACTO

Por una cosa o por otra, vuelvo (estamos repetitivos) sobre un fragmento del post que subí el 15 de Noviembre del año pasado, a horas de la muerte de Néstor Kirchner. Fue escrito por Osvaldo Tangir:

"...El kirchnerismo es justicialismo en acto, si me permiten. No hay nada en él que no esté delineado en la doctrina, ni que esté reñido con la práctica. Ahora, creo que es lo que un tipo que fue militante de la JP entendió que debía ser el peronismo. Es una concepción, una mentalidad, o mejor dicho la emergencia de una generación, la del 70, que precisamente fue aniquilada para que nunca llegara al lugar que llegó. Si me pongo místico (hay tela y mi peronismo me asiste), digo que Néstor es un avatar. O una encarnación. ¿De qué? De una fe, claro. De una necesidad. De una creencia. No me pregunten por qué, pero su muerte fue un maremoto de realidad, mostró la trascendencia de su laburo y subrayó el carácter de misión y sacrificio de su vida. Y un montón de personas volvieron a humanizarse; a sentir como condición previa al pensar. A creer, por lo menos a creer que se habían equivocado. “La ruta de la emoción recondujo a la racionalidad perdida", escribe Verbitsky en el brillante comienzo de su imperdible y muy scalabriniana nota de hoy. El Flaco se tiró de cabeza y les hizo añicos el espejo para alondras que nos habían inventado, les robó el sentido, al que tenían secuestrado tras los titulares y los zócalos, y recuperó la palabra para el pueblo. Eso también es peronismo".


Y también es interesante esta frase de Horacio Verbitsky el domingo pasado. Pertenece a la nota titulada "Puente entre generaciones", a propósito de que se cumplieron 35 años  del asesinato de Paco Urondo, a quien conocí ocasionalmente en la redacción de la revista Panorama, siendo yo un estudiante de 5º año del bachillerato que tenía la oportunidad de estrenarse como cronista en la primera división del periodismo gracias a los buenos oficios de Daniel Muchnik (1), un profesor de historia que cultivaba el marxismo, el psicoanálisis y una cultura humanista que hoy sería considerada pura excentricidad:


"Si alguna lección se puede sacar de esta historia, es que además de la voluntad y de la entrega es imprescindible el pensamiento propio, la crítica y la autocrítica, que no hay que ser complaciente con los compañeros ni autoindulgente, que no debe aceptarse nada a libro cerrado, ni olvidarse la dimensión de los afectos para convertir a nadie en una fría máquina de nada".


(1) Con el paso del tiempo, Muchnik se convirtió en columnista y jefe de sección en Clarín. He disentido amistosamente con la evolución de sus opiniones.  Y las opciones argentinas me llevaron para otro win. 

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