viernes, 1 de junio de 2012

AUSTRAL TIENE NOMBRE DE MUJER





La prensa nos informa que ayer voló el primer servicio de Austral Líneas Aéreas tripulado exclusivamente por personal femenino. La mujer avanza en todos los frentes mientras nosotros nos replegamos a los ponchazos en las trincheras del machismo. 
En este sentido, si alguna vez existió El Primer Trabajador, los argentinos tenemos hoy a nuestra Primera Mujer.
En abril de este año, el tramo Buenos Aires - Jujuy de Aerolíneas Argentinas también había sido servido por una tripulación femenina. 
Ha quedado atrás para siempre la época en que existían actividades exclusivas del sexo masculino. Carola Lorenzini debe sentirse orgullosa, mirando desde alguna de las nubes del purgatorio, que es donde vamos a parar el grueso de los mortales.
En Austral Líneas Aéreas, las tripulaciones no eran solo masculinas: los aviones sólo podían ser volados por oficiales de la Armada. 
En rigor, la empresa fue durante décadas un coto particular del Comando Naval como Aerolíneas Argentinas lo era de la Fuerza Aérea. Aunque no lo parezca, esto era síntoma del estrecho entrelazamiento de los servicios estatales con los grupos económicos concentrados. 
En efecto, Austral fue creada por la familia Braun Menéndez - Menéndez Behety, dueños de la Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia, conocida hoy como La Anónima.
En "Los Dueños de la Tierra", David Viñas relata cómo unos miembros de la oligarquía, entrelazados familiarmente con sobrevivientes de alguno de los pogroms de Europa Central, se hicieron de millones de hectáreas en la Patagonia argentina y chilena pagando unos pesos a grupos de asesinos a caballo que volvian de la cacería con bolsas repletas de pares de sangrantes testículos originarios. Viñas lo sabía de primera mano porque el juez que intervino en la investigación de los hechos (y que provocaría la represión ordenada por Hipólito Yrigoyen con tropas del Ejército al mando del teniente coronel Varela) era un familiar lejano. 
La exportación de lana sucia de la Patagonia fue parte, durante muchos años, de la división internacional del trabajo en los años del Imperio Británico. Como sabemos, se exportaba lana sucia que se convertía luego en manufacturas textiles en Birmingham, esas que las clases dirigentes argentinas importaban como muestra de buen gusto. Esta actividad generó estrechos lazos con el Comando de Transportes Navales, cuyos buques eran utilizados para traer la lana a Buenos Aires, desde donde era embarcada para las islas británicas. Fue entonces cuando se incorporaron aviones, y una cosa llevó a la otra. Pero en los 70, el trasporte aéreo dejó de ser negocio para La Anónima, la que vendió el servicio a unos aventureros sin un peso provenientes de la oligarquía, los Reynal.
Según parece, los Reynal hicieron un doble negocio: pidieron un préstamo para comprar Austral, préstamo que nunca pagaron, y luego lograron que la dictadura cívicomilitar estatizara la compañía y los indemnizara por algo que no les pertenecía. Esa matriz también había sido usada para estatizar la Compañía Ítalo de Electricidad, capitalizada con un préstamo con avales del Banco Nacional de Desarrollo que el grupo propietario, Motor Columbus, tampoco pagó.
Todo esto recordaba, al parecer, un pasajero del Embraer cuando pegó un repingo al escuchar por los altoparlantes de la máquina: "La comandante Ana Maluff le da la bienvenida al vuelo AU2454 de Austral Líneas Aéreas con destino Salta. Que tengan un buen viaje".
Estas son las bellas protagonistas de la hazaña:






3 comentarios:

Daniela Godoy dijo...

Muy buen artículo, una histórica emblemática de lo que ha sido - y sigue siendo pero ahora en disputa- el verdadero poder del país.
Extraordinarios cambios en el presente, porque hace falta que las mujeres accedan mucho más a los lugares vedados por un pensamiento obsoleto e injusto.
Y en eso estamos, todas y todos, empujando los límites.
Saludos

gem dijo...

Jorge dejé comentario en el pájaro rojo: Rogelio García Lupo en "Mercenarios y monopolios en la Argentina" hay mas datos sobre los comienzos de la aviación Argentina, Alsogaray Julio, era comandante en jefe del ejército. saludos

Jorge Devincenzi dijo...

Gem: leí ese libro hace mucho. El maestyro García Lupo. Sobre Alsogaray, Álvaro en realidad tenía una pequeña aerolínea que creo se llamaba TAR.

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