En situaciones como la que hoy nos quieren hacer vivir los
medios de comunicación (salvo el asalto a algún famoso, toda la pantalla está
dedicada a apropiarse de esa faceta del Papa que más beneficia a los emisores)
uno parecería estar obligado a opinar sobre Bergoglio.
A veces, el vate Julio Bazán nos tienta, pero no lo vamos a
hacer.
Situaciones como esta son inmejorables para expresarnos sobre
cuestiones que conforman el sentido común dominante y que a decir verdad son
anecdóticas, cuando no gansadas de tono mayor. Que se esfuman mágica, momentáneamente,
cuando la prioridad es la citada apropiación. Y que tienen que ver, esas
anécdotas, con un desconocimiento superior, superado día a día, sobre por
ejemplo, el carácter de la Iglesia Católica.
A veces ese anecdotario es infantil: ¿qué se esperaba o
querían: que nombraran a Leonardo Boff como sucesor de Benedicto?
Otra cuestión, por ahora callada, que ronda ese mundo de
fábulas tiene que ver con las riquezas acumuladas por la Iglesia, como si no
existieran las de las instituciones religiosas protestantes anglosajonas o las de
los telepastores; o quizás para sacar la vista de allí. ¿Cual es la
alternativa? ¿Que los tesoros artísticos de la Iglesia Católica se distribuyan entre
todos? ¿Con qué criterio? ¿Entre los pobres, o sólo entre quienes son capaces
de disfrutar de una obra de arte? ¿Quién puede asegurar su buen uso y reparto?
No quiero imaginar qué sucedería con esos tesoros en la
calle (muerte a pasto) más allá de que al entrar al mercado terminarían
rápidamente acaparados por los pocos que pueden pagarlos, lejos del disfrute de
legos y pobres de billetera.
Las tonterías no son patrimonio exclusivo de la derecha:
apenas se conoció el nombramiento del nuevo Papa, algunos progres se animaron a
insertar pruebas de su complicidad con la dictadura, sin chequear las fuentes.
Adolfo
Pérez Esquivel, cuyos contactos con la Iglesia son conocidos, lo desmintió. “Pero
le faltó coraje”, agregó. El doctor Zaffaroni dijo tenerle confianza.
Gabriela Michetti se lo quiere apropiar para sí en exclusiva: debe creer que ella lo conduce.
Se dice por ahí que Bergoglio fue de Guardia de Hierro, que
esta era una agrupación de derecha, y por lo tanto, que el Pontífice es
de derecha. Pero no tanto como Bonamin o Tortolo, dicen, porque en éstos la
colaboración con la represión está probada.
Nunca me llevé muy bien con los guardianes, pero más que de derecha los definiría como ortodoxos.
¿Qué pasa por ser o haber sido
“de derecha” y más o menos a la derecha? ¿La “patria socialista” evoca hoy las
mismas imágenes pueriles que tuvo en los ’70?
¿Firmenich era la izquierda? ¿Que
es (ahora y antes) izquierda o derecha?
Benedicto certificó su paso por las Juventudes Hitlerianas, tanto
como los dos príncipes consortes (Bernardo y Claus) de la casa Orange-Nassau
reinante en Bélgica, y todos aplaudimos a la futura reina consorte, cuyo padre (Jorge
Zorreguieta) no fue ajeno a la represión de la dictadura.
El Papa Pío XII,
convencido de que la Unión Soviética marxista era el enemigo principal de la
humanidad, favoreció a Hitler y su despliegue geopolítico como dique de
contención contra el ateísmo.
Mientras tanto, el antisemita constructor de
automóviles Henry Ford (léase El Judío Internacional), creador de la Ford Motor
Company en Detroit, USA, y por quien se denominó fordismo a un modo de producción distinto del
toyotismo, apoyaba públicamente (y con mucha plata) a Hitler junto a otros
empresarios alemanes como Krupp y Thyssen, que ahora pasan por filántropos.
Los
camiones militares de Ford circulaban por ambos lados del frente.
Años más
tarde, el cura polaco Karol Wojtila (Juan Pablo II) contribuyó a la caída de la
casta gobernante soviética y en general, del socialismo realmente existente.
Esta
selección incompleta de datos llevaría a pensar, superficialmente, que la
Iglesia es de derecha. Lo que es no entender la naturaleza del poder, que no es ni de izquierda ni derecha: simplemente es poder. ¿Kruschev ejercía un poder de izquierda? ¿Y Trotsky o Lenin?
Lo escribo para suspender por un momento todo juicio hasta
no tener, no digo la certeza, al menos la duda, de si estamos hablando pavadas.
Bergoglio pertenece a la Compañía de Jesús, no es un cura de
barrio. Y ha sido nombrado al frente de la Iglesia Católica.
Los jesuítas
fueron expulsados de América a fines del siglo XVIII por el Absolutismo. El trato humano a los trabajadores originarios, y las innovaciones en el modo de producción fueron las causas principales de esa medida con gran repercusión en toda la América hispánica.
Entender la complejidad de su posición y el alcance de su nombramiento
no es una pavada que se explique con pavadas, sean estas de derecha o
izquierda.
Y hay de las dos.
Por eso, ahora voy a releer “El Sueño” de César Aira, que transcurre
en el colegio de la Misericordia, ubicado en avenida Directorio al 2100, en el
barrio (Flores Sur) donde nació Bergoglio. Quien lo conozca, entenderá.
5 comentarios:
oh, mucha huevada, mucho exceso laudatorio o contrera al cuete
Pocas palabras centras, Hernan Brienza arrimo el bochin y creo que hay mucha agua revuelta
Lo unico cierto es el silencio de Bergoglio cuando debiera haber hablado y que hoy, esta en una posicion de fuerza importante.
Tiene una tarea que excede por mucho la politica local,pero demasiados se van a colgar de su sotana
La gran incógnita,pancho el gran Bergo de las Pampas,¿a que será mas fiel,a su patria o a su empresa milenaria?
Moscon, los jesuitas con primero jesuistas despues veremos
demasiados excesos en el medio, como los excesos de Beder Herrero aplaudiendo a todo trapo o por el contrario los que sin entender el momento salen con los tapones de punta.
me extiendo bastante aca
http://poesiayramosgenerales.blogspot.com.ar/2013/03/replicas-del-vaticano-los-ecos-del.html
Este post termina así: Por eso, ahora voy a releer “El Sueño” de César Aira, que transcurre en el colegio de la Misericordia, ubicado en avenida Directorio al 2100, en el barrio (Flores Sur) donde nació Bergoglio. Quien lo conozca, entenderá.
En su primer Angelus, Francisco alabó a La Misericordia
Sobre Guardua de Hierro, quizás "movinientista" es más preciso que ortodoxo
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