domingo, 1 de agosto de 2010

A partir de hoy inicio, en el blog POLÍTICA Y MUERTES DUDOSAS la saga de una de las investigaciones judiciales más apasionantes: la de la muy extraña muerte del brigadier Etchegoyen en 1990. El expediente radicado en la justicia federal revela, por ejemplo, que el arma usada (un Smith&Wesson cal. 38 Special) no produjo "tatuaje" de pólvora en la cara de la víctima. Sin embargo, cuando se lo perita, lo produjo en el 100% de las pruebas realizadas. El muerto tenía hundido el cráneo aunque la bala explosiva había producido un efecto de "blast" cerebral, hacia afuera. La suboficial de la sección Rastros que intervino, luego no fue reconocida como tal por el propio Jefe de Policía. El disparo en el interior de la boca tuvo un curioso como imposible recorrido circular. La víctima era diestra pero el arma estaba colgada del pulgar de la mano izquierda: cualquiera que haya manipulado alguna vez un arma sabe que es muy difícil, en una situación extrema, provocar deliberadamente semejante cambio de hábito.
La de Etchegoyen no fue por cierto la única muerte dudosa registrada en los '90.   

El despachante José Luis Gussoni, que, con Jorge Safe, había denunciado en 1994 irregularidades en el Sistema María de informatización aduanera, murió en enero de 1997 en extrañas circunstancias. Jorge Safe era uno de los que se habían opuesto al acuerdo entre la Aduana y el Centro de Despachantes para esa informatización. 
José Micuccio murió en noviembre de 1991, también de un modo confuso. Micuccio era jefe de la sección Registros de la Aduana de Campana, donde unos años mas tarde se descubriría un ilícito monumental: bolsas de cemento en lugar de bombas hidráulicas, orgullo de la industria nacional.
A las 8.55 hs del 3 de noviembre de 1995 explotó el polvorín de la Fábrica Militar de Río Tercero, Córdoba. Miles de proyectiles y vainas de grueso calibre cayeron sobre la ciudad, provocando 7 muertos, mas de 300 heridos graves e innumerables daños. A medida que la investigación avanza, crecen las sospechas de que el estallido fue provocado intencionalmente para ocultar un importante faltante de municiones (alrededor de 40.000 balas de cañón) es decir, robadas del stock estatal y luego vendidas en el mercado negro con la intervención de sospechosos intermediarios. El presidente  se apurará en catalogarlo como “claramente accidental”.
El dos de junio de 1995, un biturbo Cessna de LAER (Líneas Aéreas de Entre Ríos, recientemente privatizada) cae en el Río de la Plata cuando se le desprende su hélice derecha. En el siniestro perdieron la vida seis personas, entre ellas Raúl Schwarztein, entonces recién asumido presidente del directorio de esa empresa. De acuerdo a lo que se pudo saber, Schwarztein traficaba con armas de guerra y tenía su centro de acción en Paraná. Aunque fue rescatado de las aguas, nunca se conoció el contenido de un maletín que llevaba el muerto y que fue rápidamente retirado por familiares. La esposa del piloto, Hugo Francés, fallecido en la caída del Cessna, fue reiteradamente amenazada —por dos individuos a bordo de un Fíat Duna blanco— para impedir que se reabriera la investigación. Amigo de muchos procesistas, entre ellos el ex - embajador Leopoldo Bravo, Schwarztein solía hacer negocios con la Unión Soviética, y tras la caída del muro, con la nomenklatura de Moscú. Dicen que podría haber estado relacionado con las mafias ucranianas. No cabe duda que sí con Alfredo Yabrán.
En octubre de 1996 un moderno helicóptero Puma del Ejército se desploma sobre la cancha del club de  polo en Palermo. Mueren varios oficiales, entre ellos el general Juan C. Andreoli y su esposa, sin que se conozcan fehacientemente las causas del siniestro. Andreoli sabía demasiado sobre la venta clandestina de armas a Croacia y Ecuador. Íntimo amigo del presidente, a quien tuteaba y con el que compartía algunos deportes, Andreoli había reemplazado al ultramenemista Luis Sarlenga en la conducción de Fabricaciones Militares
Luego cayó un Bell conducido por el hijo de Carlos Menem. La madre, Zulema Yoma, ha insistido siempre con la hipótesis del atentado aunque el juez Carlos Villafuerte Ruzo, el mismo que intervino como fiscal en la investigación del juez Piotti sobre el contrabando en Ezeiza, cerró la causa por falta de pruebas. Ya como juez federal de San Nicolás, Villafuerte Ruzo tendría a su cargo el caso de la caída del helicóptero de Carlitos Jr. y la masacre posterior al asalto del Banco Nación de Villa Ramallo.
El 24 de agosto de 1998 el capitán de navío (RE) Horacio P. Estrada, que había participado de la venta ilegal de armas a Croacia y Bosnia, se suicida con un disparo en la sien izquierda. No era zurdo. 
El perito aeronáutico Miguel Lucklow fue asesinado antes de entregar el informe pericial sobre la caída del helicóptero de Carlitos Jr. 
El hermano del comandante Mancini, jefe de pericias balísticas de Gendarmería que también intervino en la investigación de la caída del Bell del hijo del presidente, fue baleado en un confuso episodio y quedó parapléjico.
Alfredo Pochat investigaba a un grupo mafioso que actuaba en el Correo Argentino. Pochat fue procesado y los denunciados sobreseídos. Luego se le encargó que estudiara la concesión fraudulenta de jubilaciones en el Anses de Mar del Plata. Fue asesinado.
Y le llegó el turno a Marcelo Cattáneo, hipotéticamente ahorcado en un descampado de la ciudad universitaria. Su hermano Juan Carlos, segundo de Kohan, había jurado en la investigación del affaire IBM-Banco Nación, que no había tenido relación con CCR, una de las empresas por donde se filtró la coima millonaria, desde varios años atrás. Entonces la DGI presentó al juez Tiscornia, que estaba a cargo de parte de la causa, un contrato entre CCR y una empresa con sede en California, del 2 de mayo del 92, donde se demostraba que sí pertenecía a la empresa. La ITS, International Totalizator Systems, autorizaba a Cattáneo a comercializar un programa de Software para loterías en el Cono Sur.  El operador de Kohan tuvo que renunciar y el hermano apareció muerto, eslabón mas débil en una cadena.
En mayo de 1998 se suicidó Alfredo Yabrán.
Los muertos de AMIA y la embajada de Israel.

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