Los rufianes de los
medios hegemónicos tratan el tema con sarcasmo: la fragata Libertad está
retenida en un puerto de Ghana por un recurso presentado ante la justicia de
ese país africano por el fondo buitre que dirige el ultra-republicano Paul
Singer, anterior colaborador de George Bush y actual asesor del candidato Romney.
Ese hedge fund de Singer, NML Capital, forma
parte de la American Task Force Argentina que batalla judicialmente contra
nuestro país desde que esa porción de la deuda externa quedó fuera de la
renegociación llevada con éxito por Néstor Kirchner en 2005. Los fondos buitre
compraron bonos argentinos al 5 o 10 por ciento de su valor en 2001, y ahora
Singer pretende cobrar 3.500 millones de dólares al precio nominal de una deuda
que adquirió por centavos.
Carteles de la AFTA
(American Task Force Argentina) eran enarbolados por una cincuentena de indignados que cacerolearon frente al
edificio de la ONU durante el reciente (y excelente) discurso de la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner ante la asamblea general de ese organismo
multilateral.
Los fondos buitre son la piratería moderna.
Sin embargo, los
medios hegemónicos que pretenden representar el sentido común de los argentinos,
en su tarea habitual de esmerilar al gobierno nacional, se han puesto del lado
de esos canallas del mundo financiero y comentan con regocijo las dificultades
que se tienen que encarar a fin de recuperar al navío y su tripulación en lugar
de organizar la movilización de los ciudadanos para repudiar un hecho
lamentable.
No es que nos
asombre.
Lo de la "Libertad" recuerda otra incautación, la realizada en 1819 por el mercenario Lord Cochrane sobre los fondos de propiedad del tesoro de Buenos Aires depositados en La Argentina, que comandaba Hipólito Bouchard.
Lo de la "Libertad" recuerda otra incautación, la realizada en 1819 por el mercenario Lord Cochrane sobre los fondos de propiedad del tesoro de Buenos Aires depositados en La Argentina, que comandaba Hipólito Bouchard.
Cabe señalar
también que tras la fragata “Libertad” hay otras significaciones que es preciso
no perder en la memoria colectiva, aún cuando parecieran tener una acepción escolar.
El 11 de
diciembre de 1953 se puso el primer remache de la quilla de la que sería un buque-escuela que remplazara al crucero ARA La Argentina.
En setiembre de 1955 estaba listo para
ser botada.
Era una época en la
que los comandos civiles destruían a hachazos los pulmotores (aparatos médicos
necesarios para salvar la vida de los niños afectados por poliomielitis) por el
solo hecho de llevar en sus costados un cartel que rezaba “Fundación Eva Perón”.
Era también una época en que se bautizaba “Libertad” a toda plaza, calle, avenida,
escuela, hospital, salita de primeros auxilios o establecimiento fabril que llevara alguna denominación relacionada con el
derrocado peronismo.
La fragata no escapó a las generales de la ley y fue rebautizada "Libertad", la de la Revolución Libertadora.
Los “libertadores”
quisieron borrar al peronismo de la memoria argentina.
No pudieron borrar,
no podrán borrar, el rostro del mascarón de proa de la fragata, a quien la
historiografía gorila identifica con “la república”.
El rostro incuestionable e inocultable de Eva Perón.
Como diciendo, al
frente del navío y en la línea de derrota, “Evita nos guía”, nos sigue guiando.
2 comentarios:
En náutica, la derrota es el trayecto que recorre una embarcación desde un punto "A" hasta otro punto "B". En la carta náutica se traza la ruta que se intenta seguir; la derrota es el trayecto que «en realidad» se sigue, debido a corrientes, vientos, errores instrumentales, etc.
Me parece que a esta altura, llamarlos "gorilas" es, por lo menos, insultar a los primates.
Gustavo - V.Devoto
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