Aterrizando en las islas
Cuando esta nota se lea, si es que la lee alguien, el descubrimiento del gran investigador Jorge Lanata, también conocido como Jorge Larrata sobre el depósito de dinero negro en las islas Seychelles habrá pasado al olvido, reemplazado por otro gran descubrimiento apócrifo.
Cuando esta nota se lea, si es que la lee alguien, el descubrimiento del gran investigador Jorge Lanata, también conocido como Jorge Larrata sobre el depósito de dinero negro en las islas Seychelles habrá pasado al olvido, reemplazado por otro gran descubrimiento apócrifo.
Unas
líneas sobre el título: nos confesamos poco amantes de gerundio, porque es una
conjugación donde el tiempo, el modo, el número y la persona no están definidos,
y en este caso hubo determinados argentinos, encabezados por nuestra Primera
Mandataria, en esa isla.
Y un
ave del paraíso (Lanata o Larrata) que denunció el traslado de dinero negro. El viejo cuento del
hombre de la bolsa en formato televisivo y una protagonista mujer.
Pero
“aterrizando” es lo que más se aproxima a la realidad en este caso, por lo
falso de la situación, de modo que estamos aterrizando hoy o quizás lo hagamos en
un año, no importa, lo esencial es limar a este gobierno con todo medio que se
tenga a mano.
Sólo eso.
Y ya
que hablamos de infundios, agregamos el nuestro.
El uso
del gerundio está o estuvo de moda entre algunos psicoanalistas, quienes a fin
de reducir costos de alquiler, se reunían en un caserón en buen estado para atender a sus pacientes y
bautizaban a la institución de salud mental con alguna acción en ese tiempo
verbal (recuperando, analizando, socializando, deseando) acaso porque el
análisis (freudiano, lacaniano o lo que fuera) se sabe cuándo empieza, si es
que empieza, pero nunca cuando termina.
La
comitiva presidencial, como decíamos, viajó rumbo a Buenos Aires desde el
lejanísimo Vietnam luego de una gira oficial que incluyó a las islas Seychelles
como escala técnica para que descansen las tripulaciones del avión.
En el
aeropuerto no hubo ningún tipo de recibimiento oficial por la sencilla razón de
que el periplo sólo lo menciona como escala para repostar, reponerse y repasar
el aparato (al avión me refiero).
Para
quién no sepa dónde corno están las mentadas Seychelles, que somos muchos, casi
todos: son un grupo de más de un centenar de islas e islotes ubicados al norte
de Madagascar, cerca de la costa africana, en el océano Índico.
Alguna
vez fueron independientes, pero pertenecieron a los franceses hasta la caída de
Napoleón y luego arrebatadas por el voraz león británico, quien desde
principios del siglo XIX se ocupó de construir una realidad mítica (que
ocultaba la crueldad de la colonización) sobre los territorios que colonizaba mediante una empresa privada llamada Compañía de las Indias Occidentales.
Los
británicos se apoderaron de la mitad de África, construyendo mitos insulares
sobre Madagascar o Zanzíbar, esta última hoy parte de Tanzania. ¿Nadie recuerda
la heroica defensa de Kartúm protagonizada por ese actor que además pertenecía
a la Asociación del Rifle? Me refiero a Charlton Heston, el que también le
prestó la cara al propio Moisés.
En fin,
que sobre la colonización del continente africano por parte de Gran Bretaña,
Holanda, Alemania, Francia e Italia habría mucho para hablar, pero no aquí.
Para
todo el que conozca el abismo entre la legendaria isla de Ceilán como colonia británica
(una suerte de Paraíso Perdido de Milton) y el desquiciado Sri Lanka
independiente de hoy en día, sabrá de lo que estoy hablando.
Son lo
mismo.
La
minoría de los tamiles son los pobladores más temidos de Sri Lanka, una isla
colonizada (algo habrán hecho) por todos los reinos europeos aunque con el
mismo destino final de las Seychelles: integrar el imperio británico y el Commonwealth.
Pero
volvamos al viaje presidencial.
Vemos a
nuestra presidenta bajando afanosamente del avión en la pista del aeropuerto de
Victoria, en las Seychelles. Desciende la escalerilla un poco encorvada hacia
adelante por el peso de una bolsa colmada que transporta a sus espaldas, de
donde cada tanto se escapan billetes. No son negros: parecen dólares o euros, ya
que en las islas no aceptan dinero argentino.
¿Te
gusta así Lanata o Larrata?
5 comentarios:
Pero según fuentes fidedignas, la agengarca de noticias MENTIR tiene faccímiles y fotocopias de los lecops y patacones que la comitiva dejó en forma furtiva en el paraíso fiscal, a pesar de haber sido negada tal mañobra por el paraíso defensor.
¿Que me cuenta,eh?
Si es por parar en una isla, son todas (casi, casi) paraísos fiscales. Van a joder con cualquier cosa, van a joder con todo.
Todas las empresas del grupo Clarín están radicadas en el estado de Delaware, que es un paraíso fiscal según la normativa internacional.
Los habitantes de Sri Lanka más temidos no son los tamiles sino los pederastas... Allí vivió, entre otros Artur C. Clarke
No sabía nada de la relación entre pederastas y Sri Lanka, profe. Contanos. Hay una buena película, cuyo título no recuerdo, creo que australiana o neocelandeza sobre una familia tamil donde impera la violencia contra la mujer.
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