sábado, 5 de junio de 2010

HUGO ALVAREZ O HUGO ALTAMIRANO, EL OJO TUERTO DE LA PATRIA

Según Daniel Santoro en Clarín, Hugo David Alvarez alias Hugo Altamirano recibió de mala gana el 22 de setiembre la orden de hacer el llamado a la casa de Sergio Burstein. 
No se sabe por qué la mala gana. 
Los indicios apuntan a la eterna controversia entre UPCN y ATE. Extraño: Perón fue el primer afiliado de ATE. Mientras la primera solicitaba un aumento de salarios para la administración pública de 21%, ATE exige un 40% o más, para ponerse a tono con las expectativas inflacionarias del gurú Nicolás Salvatore, de Buenos Aires-Pro City S.A., una consultora que usa la bola de cristal para sus evaluaciones econométricas.
Álvarez o Altamirano no estaba conforme con su sueldo, digámoslo de una vez sin ruborizarnos. Y la promoción al cargo superior, espía de tercera (EdT en la jerga) no llegaba. O llegaría demasiado tarde, en cualquier caso, porque Cristina firmó el 21% de aumento. 
¿Llegó a saberlo Álvarez o Altamirano? No lo sabremos nunca.
Lo que sí sabemos es que esa mala gana lo había ganado cuando escuchó la voz de su jefe inmediato superior, una pulposa o delgadísima funcionaria:
- Hugo, usté que no tiene tarea asignada llamemé a este número, hagamé el favor, diga esto o lo otro y luego esfúmese, y no se vaya a equivocar ni lo haga de mala gana, eh? que después Santoro no tiene como para hacer un relato de espías...
Álvarez o Altamirano mira a su jefa con mala gana y sale rumiando furia y resentimiento hacia la Avenida de Mayo, rumbo a -sospechamos- un sauna, que es donde suelen reunirse los espías. 
La mala gana se le acentuó a poco de andar, porque en la propia plaza, esa que ha sido mudo testigo de tantos hechos históricos como el 17 de octubre del 45 o ese otro, el de marzo del 2008, el 17 del poroto sojero, una paloma zaina se le desgració sobre el saco negro recién comprado en Macowens. Cinco cuotas sin interés, como los plasmas del Mundial.
Acompañado por esa mancha indeleble, encaró por la avenida.
"Las palomas son ratas con alas", suele decirle MAT, su jefe espiritual. 
Refiere Álvarez o Altamirano que le miró las piernas a una morocha que pasaba apurada en sentido contrario, y en quien creyó reconocer a una de esas blogueras kirchneristas financiadas por Aníbal Fernández. 
Alvarez o Altamirano recordó su informe secreto y muy secreto XXY-OC9 en el que se lee: "la financiación a la blogósfera K consiste en bolgrrol gratuito, hosting cinco estrellas, papel vegetal gratarola, novísimas Olivetti Lexikon 80, cámaras con flash de magnesio y MP4 de Parque Centenario".
La morocha le dirigió una mirada despectiva, acentuando su mala gana, y su alma de espía, la mitad de su alma total, le dijo: "Si va para allá, es porque va a cobrar". 
No, Álvarez o Altamirano. Aníbal está en la ex-Somisa, todo acero argentino cuando había acero argentino y Somisa no se había esfumado o desaparecido. En la diagonal Sur, en sentido contrario, esa avenida que rompe el clásico concepto de domo y lleva el nombre vergonzante de un general genocida de originarios o indios.
Mientras se decía que la pizza de esa esquina ya no era lo que había sido, el espía cruzó la 9 de Julio siguiendo las reglas de Moscú: por el lado de Pellegrini y luego Cerrito, nunca por Bernardo de Irigoyen primero y por Lima después. 
Al 1300 de la Avenida de Mayo hizo el llamado fatal. 
Daniel Santoro, ducho en descripciones, escribe un perfil más o menos acertado del sujeto: tipo que suele hacer las cosas de mala gana pero a la vez "agente de muy buen desempeño" porque en ese organismo, al parecer, el buen desempeño consiste en trabajar de mala gana, como a la que te criaste, con desdén. Y es imprescindible frecuentar los tribunales, aunque no se sabe si Comodoro Py o el Palacio de Justicia, o cualquier otro, lo que no es un dato menor. 
Marca el número, pero el inconsciente le hace una jugarreta.
-Hola amor, amor, amor... Sí, soy Héctor pero llamame Lulú- respondió la voz.
Cuelga, azorado.
Álvarez o Altamirano disca ahora el de Burstein, el que lleva anotado en un boleto de la línea 60, ya no con mala gana sino con verdadera furia. 
A MAT no le hace gracia la mala gana de EdT. 


NOTA DEL TRADUCTOR: El relato de Daniel Santoro no cierra. Como bien especifica Fernandoc, no se sabe si Alvarez o Altamirano son los alias de Héctor Maya, del personaje de la novela de Soriano o, peor aún, si estamos ante el hijo bobo de Bill Haydon. Sin discriminar.

1 comentario:

Fernandoc dijo...

No hay nada más inútil que un espía con "mala gana". El tal Alvarez o Altamirano parece el hermano bobo del Julio Carré creado por Soriano. Abrazo

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