viernes, 4 de junio de 2010

Para entender mejor lo de las escuchas

El Pro ha redoblado la apuesta contra Oyarbide ahora con el apoyo de Daniel Santoro de Clarín, el que durante los 90 hacía el trabajo sucio: si no me aceptás lo de la soja transgénica te denuncio la cuestión de las armas a Croacia con info de la embajada de EEUU. Y así.
El supuesto espía de Villa Bosch no tiene ninguna importancia aunque ahora el Pro quiera darle la jerarquía de virtual topo de la KGB. AGREGADO: LA SIDE RECONOCIÓ QUE ES AGENTE, LO QUE NO ES MENOR POR LO QUE SIGUE.
Los personajes centrales de esta guerrita son: 
Miguel Ángel Toma, que ha armado una centralita de escuchas y otras tareas ilegales en un conocido hotel cinco estrellas de la avenida Callao. El inimputable Cristian Ritondo en esto no cuenta, aún cuando haya cambiado su aspecto externo por consejo de Durán Barba. Ritondo comenzó su carrera política como empleado recontra-subalterno de Toma en la secretaría de Seguridad del ministerio de Interior, años 90. Le cebaba mate.
Toma hizo su primer millón con la privatización de la vigilancia en los estadios de fútbol, usando tropa de la Federal (que cobra adicionales a cargo del Estado), cientos de cámaras de tv de circuito cerrado y otros artilugios típicos de los "contratistas". De los negocios adicionales, paralelos, adjuntos, subordinados y muy redituables, ni hablar. Pero son imaginables. AGREGADO POR SI NO QUEDÓ CLARO: TOMA DIRIGE UNA CENTRAL PRIVADA DE INTELIGENCIA.
Toma armó la historia del video-locutorio-llamada y se la entregó a Macri a través de la Fundación Pensar, y de allí se distribuyó a Clarín-Santoro, que le pasó una versión lavada a La Nación con el objeto de tener abiertas todas las ventanillas de consumo de carne podrida. La Fundación Pensar es subsidiaria de las idem FAES (del PP español) y Libertad, que dirige Mario Vargas Llosa. Triaca, hasta hace poco director ejecutivo de la Fundación Pensar, es hijo de Jorge Triaca, un pistolero gremial que se enriqueció con la privatización de Somisa en los '90. Esa Fundación dirige las políticas del Pro en la ciudad de Buenos Aires. El área de Relaciones Internacionales de la Fundación Pensar estaba en manos de Julio Cirino, alias Jorge Contreras, que pasaba por especialista en seguridad hasta que se descubrió que participó en la represión ilegal desde el 601 que también integraba Raúl Guglielminetti.
El otro es el ex-gobernador Ramón Puerta, socio empresario de la famiglia. Dicen que Puerta es el dueño de yerba Rosamonte pero no me consta. 
Macri residió en Misiones, (o al menos tuvo fijado allí su domicilio quizás para salvarse de la colimba o para evadir impuestos), donde Socma tiene en propiedad miles de hectáreas de coníferas que vende a las papeleras.
Fue Puerta, actor de reparto, el que le prestó la infraestructura judicial para la escuchas, porque es el patrón de la estancia misionera.
La pata conservadora sobreviviente del viejo peronismo que alguna vez se llamó neoperonismo, algo así como seudoperonismo colonizado.

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